El período que va del fin del verano a la llegada de las Zambombas (hoy en día un mes antes de la Navidad) suele ser época de novedades y cambios en la hostelería jerezana. El inicio de las Zambombas es época de ir al centro, por lo que ahí van cuatro nuevas opciones –todas han abierto y reabierto sus puertas hace cosa de un mes poco más o menos– que se van a encontrarán tanto los turistas como los 'propios' que habitualmente solo pisan por aquí en días señalados.
Zona 'recreativa'
En primer lugar, debemos hablar de la hora de El Recreo, que ha llegado a Plateros. Este bar ha abierto sus puertas hace algo más de un mes en esta plaza, en pleno epicentro del terraceo en Jerez, en lo que era el Rigodón (en su segunda época). "Hemos recuperado el nombre de El Recreo, que era el que tenía antiguamente la cafetería que había aquí (es así, pero popularmente era conocida como cafetería Plateros) y que es el que tiene el edificio", dice Marisa, al frente de este proyecto. Marisa, que tiene buena mano, estará al frente también de la cocina. "A ver... se me da bien la cocina normal –dice entre risas– y eso es lo que tenemos: unas papas con choco, atún encebollado, pescaíto, carrillada... es todo casero y el producto es fresco, aquí no entra Avecrem", añade.

Marisa afirma que El Recreo es una buena opción para un almuerzo o una cena informal, que se puede "resolver perfectamente", aunque reconoce que no hablamos de un restaurante, que se ve más como bar de tapas. "Vamos a ir cambiando el cuchareo... y ahora, con las zambombas, vamos a apostar por distintos montaditos". El Recreo saca a la plaza Plateros ocho mesas, ya que está un poco encajonado entre El Gorila y El Espartero, ahora en su nueva ubicación. En cualquier caso, la propietaria del negocio entiende que tiene un local en el que se puede atender a todo el mundo sin problemas y espera que con la llegada del frío la gente empiece a ir pasando para dentro. No se ha tocado mucho lo que fue Rigodón. Para los que lo conocían, se han quitado las cortinas y la cocina se ha puesto abierta. Marisa entiende que la cocina vista es muy importante, porque "permite ver lo limpio que está todo y cómo se trata el producto", concluye.
Bar es barra (en inglés)
Barra Luque ha abierto sus puertas hace unas pocas semanas en la confluencia de Monti, Pozuelo y Manuel Mª González, en lo que era el tabanco El Racimo y, con anterioridad, el bar El Alcázar. Se trata de un sitio de paso de cientos de turistas a diario, turistas que van a la Catedral, el Alcázar y González Byass, clientela que interesa, claro, pero que no se busca en exclusiva, que también ahí viven vecinos. De hecho, Antonio Luque, propietario del negocio, nos dice que buscan recuperar platos de toda la vida de Jerez, como son los huevos a la flamenca, las tagarninas o los guisos en los que todos pensamos al hablar de cocina jerezana. También da desayunos.

Es curiosa la historia de este sitio, ya que, tras la conversión de todo el inmueble en apartamentos turísticos, el espacio que ocupa Barra Luque cerró como bar y se adaptó para convertirse en el acceso a los mismos. Ahora, tiempo después, la propiedad ha decidido volver a recuperar el bar y habilitar un acceso en su lateral a los apartamentos. Fácil. Dentro, en lo que fue el bar original, se ha hecho una obra importante, ya que ahora cuenta con dos barras con distintas serigrafías y un suelo típico andaluz, muy bonito. Afuera saca también una terraza de seis o siete mesas. “Mi concepto es muy de bar de toda la vida –dice Antonio–, muy de barra, del trato de siempre al cliente, que creo que se está perdiendo un poco. Eso es lo que buscamos, un sitio acogedor en el que se pueda disfrutar de una cerveza bien fría y una buena selección de vinos”.
Este es el primer negocio en solitario de Antonio Luque (30 años), aunque lleva media vida –casi casi literal– en la hostelería, junto a su familia, por lo que lo afronta el reto con toda la ilusión. La idea en período álgido de Zambombas es abrir todos los días.
¡Viva el ceceo!
La Burguezía es mucho más que un nombre simpático. Se trata de una coqueta hamburguesería (y más cosas) que ha abierto en una de las esquinas más apetecibles del centro de Jerez, al comienzo de la calle Tornería, a un paso de la plaza Plateros. Como lleva abierta cosa de un mes, este cronista ya ha hecho trabajo de campo con resultado positivo. Por un lado, va el producto, la hamburguesa (doble, de ibérico, pollo, etc) y de otro los ingredientes a elegir, ya saben, huevo, queso, chicharrones para darle un toque jerezano… Total, que la carta de hamburguesas es mera combinatoria que da del orden de unas treinta posibilidades para el cliente… hasta que todo salta por los aires, porque se puede pedir al gusto y será atendido. Así son las cosas en La Burguezía, que además tiene rotulado "de pringue y mantel", que viene a ser toda una declaración de intenciones...

Juan Antonio, el propietario, recalca que las hamburguesas, su mezcla de carnes, picado y aliño, se hace en casa. Él es un veterano de la hostelería del centro de Jerez, ya que es dueño también del cercano restaurante Gabriela, en la plaza Plateros. Juan Antonio recalca que La Burgezía, además de las hamburguesas, dispone en su carta de distintas propuestas que “no me caben en el restaurante". Estamos hablando del flamenquín, el serranito, la ensaladilla… comida sin complicaciones y muy andaluzas. La ensaladilla, por cierto, francamente rica. Un pequeño detalle: por supuesto, la comida es la misma a mediodía que por la noche, pero tal vez por la noche es cuando el local, por su iluminación, lo da ‘todo’…
El espíritu de un regreso
Por último, nos vamos a tomar una copa a Las Cuadras, que ha reabierto sus puertas, tras el cierre forzoso por las obras de reforma del Palacio de la Condesa de Casares, ahora Centro Cultural Palacio San Dionisio. Las Cuadras también ha tenido su correspondiente modernización, más palpable en el interior que en el patio. Incluso en el nombre, ya que ahora propiamente se llama Las Cuadras Spirit Room.
La gestión sigue a cargo de los hermanos Llovet, así que, sí, es una nueva etapa, pero con un hilo conductor con la anterior. Hace menos de un mes que este establecimiento reabrió sus puertas y rápidamente ha vuelto a sintonizar con su público y con nuevas generaciones. El tardeo y las copas de noche tienen aquí su espacio. Las Cuadras dispone de una amplia carta de coctelería actual, además de varios espacios reservados para cualquier tipo de evento previamente concertado. Espirituosos, cócteles... y también cervezas y vino (está presente el catálogo de la bodega Cayetano del Pino, propiedad, al igual que el Palacio San Dionisio, del empresario Fulgencio Meseguer).
Las Cuadras contará con una programación extraordinaria (en los dos sentidos de la palabra) de Zambombas durante todo el calendario 'oficial'.


