¿Con pan? ¿Sin pan? ¿Con pepino? ¿Sin él? ¿Cómo hace usted el gazpacho andaluz? Tomate, pimiento, ajo, vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra y sal conforman la base de una sopa fría que se ha convertido por derecho propio en la bebida por excelencia del verano: el gazpacho andaluz.
Con variantes con la inclusión de cebolla, pepino o limón en su elaboración — o en tacos pequeños como guarnición— o una cantidad mayor, menos o inexistente de agua, lo cierto y fijo es que, cuando llegan los primeros calores de la primavera, esta bebida tan refrescante como nutritiva pasa a copar las primeras posiciones de la dieta mediterránea, o bien sustituyendo al primer plato de los almuerzos o cenas, o bien como acompañante de aperitivos y entremeses.
Este hecho lo ha llevado a que muchas personas en sus redes sociales lo definan como el Red Bull ibérico, por su alto contenido en vitaminas (A, E y C), minerales (fósforo, hierro, calcio, magnesio, zinc, cobre, manganeso, potasio y sodio), ácidos grasos esenciales (Omega 3 y 6) y fibra vegetal (si lo tomamos sin colar). Además, sopa fría se muestra como el complemento perfecto de las dietas más exigentes (sin pan y poco aceite) al contener solo 120 kilocalorías por cada cuarto de litro.
El gazpacho andaluz como bebida isotónica, sin azúcares ni grasas saturadas
Además de reducir el riesgo de afecciones cardíacas por su contribución a reducir la presión arterial, el gazpacho andaluz ayuda también a combatir los niveles altos de colesterol, si bien es muy recomendable controlar la cantidad de sal que con la que se elabore.
En este sentido, se puede decir que es una magnífica bebida isotónica, con un alto porcentaje de agua y sales minerales y, lo mejor de todo, sin azúcares ni grasas saturadas y, por ello, se convierte en el aditivo idóneo para reducir la fatiga, ayudar las digestiones o mejorar el rendimiento en general.
Gracias a su alto contenido en fibra (si lo tomamos sin colar), esta sopa fría veraniega de la dieta mediterránea posee un gran efecto saciante, ayudando a aliviar la ansiedad antes de las comidas, favorece el tránsito intestinal y se posiciona como un entrante o plato principal de nuestra dieta détox y depurativo.
Carotenos, vitaminas y antioxidantes que favorecen y prolongan el bronceado
Si el Red Bull te da alas, podemos decir que su versión ibérica, además de ayudar a nuestro organismo de múltiples maneras, también favorece en época de estío que el bronceado prolongue su duración en nuestra piel. Su alto contenido en carotenos, vitaminas y antioxidantes hace que se active la melanina en nuestra piel y el hecho de que su consumo se haga proveniente de verduras y hortalizas en crudo, conlleva que se conserven intactas todas sus propiedades en el momento de su ingesta.
Con tantas variantes como hogares hay en España, en formato casero o de confección industrializada y mecanizada, lo más recomendable es consumirlo cuanto antes una vez abierto el envase o terminado de realizar en los robots de cocinas o batidoras. Un truco para alargar su duración es añadir algún cítrico o conservante natural (además del vinagre de Jerez) en su receta y así podremos aguantarlo hasta cuatro días en nuestras neveras.
Receta tradicional del gazpacho andaluz: medidas y cantidades
A pesar de que cada uno tenga un toque especial y le aporte un punto diferente según sus gustos, usos, costumbres, herencias o legados gastronómicos transmitidos, se puede indicar que las medidas y cantidades que más habitualmente se usan para cuatro personas es la siguiente:
- 750 gramos de tomate tipo pera o pipo
- 2 pimientos verdes tipo italiano
- 2 dientes de ajo
- 100 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 30 ml. de vinagre de Jerez
- 250 ml. de agua
- Sal al gusto
Adicionalmente, a esta receta se le suele añadir en muchos lugares un pepino mediano, media cebolla o el zumo de medio limón.
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