La provincia de Cádiz experimenta un boom por las tartas de queso. En los últimos meses no paran de abrir obradores nuevos que apuestan por este postre de moda que cada vez consigue más seguidores. Más allá de la cheesecake original, existen numerosas propuestas que rompen con lo convencional. Los artesanos combinan ingredientes impensables y crear auténticas locuras para sorprender a los estómagos. Ya sea después de almorzar o para endulzar una tarde, un trozo de este producto es, sin duda, el más demandado. Ahora que llega el verano, este bocado fresquito es de lo más apetecible.
Kiss Cakes en El Puerto
En el número 1 de la calle Rodrigo de Bastidas, en El Puerto, Kiss Cakes se ha hecho un hueco en apenas seis meses gracias a sus cheesecakes artesanales, suaves y cremosas, pensadas para alegrar el día a cualquiera. Su vitrina presume de sabores como dulce de leche con cacahuete, chocolate o el clásico original. Aunque joven, el obrador ya surte a numerosos establecimientos de la provincia, consolidándose como un referente en el mundo del cheesecake gaditano.
Mariposas en la barriga en Conil
A escasos metros de la playa, en la calle Arrumbadores número 3 de Conil, la madrileña Marian Cañizares ha creado en Mariposas en la barriga un verdadero laboratorio del sabor. La pionera en España en introducir ingredientes inusuales en las tartas de queso ha conquistado a propios y extraños con propuestas como requesón con pistacho ibérico o Lotus. En su vitrina, un jueves cualquiera, hay hasta 21 sabores distintos, y los fines de semana, incluso más. Todo se hornea una a una, en hornos independientes, con ingredientes perfectamente integrados.
Winnie Cheesecakes en El Puerto
En la calle Tomás Cologán Osborne, número 6, en El Puerto, Winnie Cheesecakes es el obrador donde la imaginación no tiene fronteras. Su última creación, una tarta de queso de sobao, ha generado expectación desde su lanzamiento. Pero la carta no se queda ahí: desde quesos potentes como el gorgonzola o el payoyo, hasta versiones dulces y nostálgicas como pantera rosa, Milka con huesitos o pistacho. Todo un despliegue de sabores que demuestra que aquí la tarta de queso es cualquier cosa menos convencional.
Quesarte Cheesecake en Cádiz
En el puesto 82 del Mercado Central de Cádiz, Quesarte Cheesecake arrasó desde el primer día. Su inauguración en marzo, con porciones gratuitas para las primeras 300 personas, provocó largas colas en la capital. Detrás están Iván Fernández y Diego Letrán, que han apostado todo por este formato de éxito. Su carta incluye seis variedades fijas —clásica, oreo, pistacho, lotus, gorgonzola y petit suisse—, y pronto abrirán nuevo punto en el centro comercial Bahía Sur, en San Fernando.
Mr. Cheesecakes en Sanlúcar
En la plaza de San Roque número 12, de Sanlúcar, Mr. Cheesecakes es el templo que han construido Iñaki de Cáceres y Monique Presa, llegados desde Bilbao y París. Su vitrina está repleta de tartas que rozan la extravagancia deliciosa: desde clásicos como Lemon Pie o chocolate, hasta moscatel, Baileys o una sorprendente con jamón. Pero si hay una favorita entre su clientela, esa es la tarta de queso payoyo, auténtico orgullo local que aquí se convierte en protagonista.
Las Tartitas de Mari en Jerez
En el número 2 de la calle Cartuja, en Jerez, Las Tartitas de Mari ofrecen una experiencia más personalizada sin perder un ápice de sabor. Aquí, las tartas se elaboran 100% artesanalmente cada día, con ingredientes de calidad y a gusto del consumidor. Sus versiones más demandadas incluyen pistacho, queso payoyo, frutos rojos o incluso galletas de Dinosaurios. Además, cada jornada preparan porciones individuales y tartas pequeñas que vuelan de su vitrina antes de terminar el día.
