Entrefuegos no parece un bar de tapas, pero tampoco un restaurante al uso aunque vayamos a llamarlo de ambas formas. Este negocio de hostelería, que abrió hace unos meses de la mano de la familia Chacobo, se llena hasta la bandera cada fin de semana en Puerto Real. No es para menos. Sus precios —muy baratos—, y sus platos —sencillos y caseros—, no dejan indiferente a nadie en esta localidad de la Bahía de Cádiz.
"Llegamos a Puerto Real con la idea de iniciar un negocio; no teníamos pensado ir a la provincia de Cádiz pero las circunstancias nos llevaron a terminar acá. Como yo digo: fue una desgracia con suerte. Nos encantó, es un lugar bonito y tranquilo para empezar", cuenta Franco, el hermano mediano de los tres Chacobo, que atiende a lavozdelsur.es. El mayor, Ignacio, viene acompañado de Natacha, su pareja, mientras que el pequeño, Martín, solo echa una mano de vez en cuando y no está hoy. En la cocina, Alejandro e Iliana, padre y madre, ejercen de "artesanos".
Desde hace años, el proyecto de esta familia era emigrar a España para emprender un negocio relacionado con lo que se dedicaban en Argentina: "Una empresa constructora o un negocio de comer... es lo que siempre hicimos; al final le dimos marcha a esto", apunta. Originarios de Córdoba —en la región central y segunda ciudad más poblada del país—, llegaron a Europa hace dos años y medio. La primera parada fue Italia, con objeto de obtener la ciudadanía que por parte materna les correspondía. "Nuestros ascendientes son italianos por parte de madre, y españoles, de un pueblo de Sevilla, por parte de padre".
En el interior del local —pequeño, pero que se complementa con una amplia terraza y numerosas mesas que van desde el callejón Matalobos hasta la calle Ribera del Muelle—, destaca un cuadro con una noticia enmarcada: un recorte de periódico con una entrevista a su bisabuela. "Falleció hace un añito... tenía 102. Cuando le hicieron una entrevista por cumplir los 100 dijo que tenía la receta para vivir tanto", explica. ¿Se lo pueden imaginar? "Un poco de fernet por la noche", ríe.
El fernet, un licor de hierbas italiano —un tipo de amaro—, es una de las bebidas favoritas de los argentinos, siendo el fernet branca con coca —coca-cola— toda una institución en Córdoba. "Ofrecemos otros tragos de origen italiano que se toman en Argentina, como el Aperol Spritz, y también vino argentino Malbec", añade.
Lomito, entraña y berenjenas al escabeche
La carta de Entrefuegos es amplia y variada, pero si algo destaca en ella es que todo está elaborado por la familia Chacobo. "Se hace por la mañana y de forma artesanal", insiste. Sobre las preferencias de los puertorrealeños y gaditanos que se acercan a Entrefuegos —reconoce que viene gente de toda la provincia—, destaca el lomito, las pizzas y las empanadas criollas. "La mayor parte de los lugares donde se venden empanadas argentinas son precocinadas o congeladas, aquí las hacemos nosotros. Mi hermano prepara los filetes empanados, y yo pico la carne a cuchillo para las empanadas y las hamburguesas", explica sobre el proceso.
Cuando habla del bocata de lomito casi se le cae la baba. "Es típico de Córdoba y mi padre estuvo un buen tiempo desarrollando el bocata que comemos ahora. El método es propio de él", aclara. De hecho, la mayor parte de la carta son recetas de Alejandro —dice que no trabaja la "cocina antigua", pero sí la "clásica"—, con alguna excepción como las berenjenas en escabeche, que guardan un ingrediente secreto de su bisabuela que no quiere desvelar. "Él tuvo de joven negocios gastronómicos. En 2013 abrimos un negocio en el pueblo donde vivíamos, Santa María de Punilla, en la sierra de Córdoba. Debido a la crisis económica y que era imposible mantenerse allí, tomamos la decisión de emigrar y hacer una nueva vida aquí", indica.
Si preguntamos por la especialidad de la casa, Franco lo tiene claro: el matambre a la pizza, que no es sino el interior del vacuno cocido y preparado con una salsa de pizza y mozzarella. Luego, está la entraña, un corte típico de argentina que sirven a modo de ración con patatas fritas y salsa chimichurri. La frescura de las elaboraciones llega también a los condimentos y la materia prima, siempre del día. "Es un trabajo lindo, lleva su tiempo... pero es lindo", insiste.
En una de las mesas, vemos cómo sale una pizza argentina. Ni en la masa ni en lo que lleva se parecen a las italianas, pero tampoco a las norteamericanas. "Es más alta y aireada. No tiene nada que ver con las demás. Primero se cuece el molde y luego, como se dice en Argentina, se le hace piso. Es decir, se le coce la parte de debajo para que tenga ese crocante. Además, se la carga con más cosas", explica en referencia a los ingredientes, que hace que compartir pizza sea casi una necesidad. "Acá suele sorprender", ríe.
Como buenos argentinos, tampoco pueden prescindir de los postres: alfajores de maicena caseros o la colación, un bocado de dulce de leche que también es tradicional en Córdoba. De vez en cuando, traen productos argentinos envasados "para que la gente sepa lo que se consume allá". Es el caso del bon o bon, un bombón de chocolate con leche relleno de maní —crema de cacahuete—.
Franco está encantado con Puerto Real y asegura que la oferta gastronómica del municipio es "impresionante". "Nos sorprendió mucho este pueblo porque a pesar de ser pequeño, no es lo que parece; hay mucha calidez, lugares gastronómicos de distintas partes del mundo para conocer y disfrutar. Acá la gente es muy amable y siempre te da la mano", concluye visiblemente alegre. La aceptación de su propuesta gastronómica lo dice todo. Entrefuegos ha venido para quedarse.
Entrefuegos, en el callejón de Matalobos de Puerto Real, abre de 13:00 a 17:00 horas y de 20:00 a 00:00 horas de martes a domingos. También disponen de servicio para llevar, y ampliarán a servicio de domicilio a partir de septiembre.
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