Los dulces japoneses triunfan allá donde van. Sin embargo, en Chiclana, un municipio con gran tradición pastelera, prefieren proponer sus propias versiones en lugar de seguir a rajatabla la receta original. Mozarela, una heladería ubicada en La Barrosa, prepara dorayakis a su estilo. El relleno de pasta de judías, como se elabora en el país nipón, se sustituye por helado.
El local introduce en el interior de pan brioche artesano bolas de helado de su vitrina dando lugar al dorayaki que Doraemon popularizó, pero con un toque diferente. Su versión ofrece el contraste del pan caliente con los helados fríos que se acompaña de crema de cacahuete, dulce de leche o nutella.
Una vez que se han colocado las bolas de helado y el sirope en el pan cortado por la mitad, se cierra y se introduce en una máquina para sellarlo y calentarlo. Según se observa en un vídeo de su cuenta de Instagram en el que explican detalladamente el proceso de elaboración del dulce.
No es la primera que opta por el dulce japonés. Cristina Ruiz Butrón, de 41 años, abrió en el Mercado de Abastos de Chiclana la heladería Bajo el mar con opciones sin gluten en la que prepara el pescaíto chiclanero, es decir, taikayis a su estilo, otro dulce tradicional elaborado con una pasta de judías dulces que tiene siglos de historia.
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