El caballo Stellaris, con la monta de la amazona Sara Horcajada y de la cuadra Liam Norris, se impuso este pasado martes en el Premio Las Dunas Shopping, prueba más destacada de la primera jornada del primer ciclo de la 180ª edición de las carreras de caballos en las playas de Sanlúcar.
Pero más allá de la emoción de la competición pura y dura en este espectacular hipódromo natural que es la playa de Las Piletas, las carreras sanluqueñas tienen multitud de pequeños detalles que forman parte de esta arraigada tradición cada mes de agosto en la costa Noroeste gaditana.
Un hipódromo único en el mundo
Como ha publicado la cuenta oficial de la Real Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda, esta fiesta declarada de interés turístico internacional hace que la localidad sanluqueña cada verano tenga "algo especial".
"Cuando la marea baja, la playa se convierte en un hipódromo único en el mundo. Las carreras de caballos junto al mar son puro espectáculo… pero también son emoción, tradición y vida", han descrito desde la referida cuenta.
Mesas plegables de apuestas infantiles
Y han agregado: "Pero si hay algo que hace verdaderamente únicas las carreras de Sanlúcar… son los niños". "Sí, ellos montan sus propias casetas de apuestas: mesas plegables, carteles hechos a mano, lápices mordidos, y premios que van desde céntimos hasta puñados de chucherías. No importa lo que se gane, lo que importa es el juego, la ilusión y la alegría con la que lo viven".
Al caer la tarde, la última carrera de un espectáculo cuyo primer ciclo se prolonga este miércoles y mañana jueves. "Todos contienen la respiración mientras los caballos toman la recta final. El sol se despide en el horizonte y el espectáculo alcanza su clímax. Sanlúcar vibra, late y sueña al ritmo de los cascos sobre la arena", describía con entusiasmo la cuenta oficial de la sociedad organizadora de una competición única en el mundo.




