El periodista sevillano Julio Muñoz Gijón, conocido como Rancio Sevillano, ha compartido siete lugares ocultos de Sevilla que considera imperdibles para quienes visitan la ciudad. Estos sitios, aunque no sean tan conocidos como los monumentos emblemáticos, tienen un encanto especial que los hace destacar. "Me preguntan cuando vienen amigos a visitar la ciudad dónde los tienen que llevar", dice Muñoz Gijón. "Sitios guapos que no salgan en las guías", comenta en un vídeo en sus redes. Estas son sus siete recomendaciones.
En el barrio de Triana, en el Altozano, se encuentra una estatua de Belmonte, un torero nacido en Sevilla, que ofrece la oportunidad de capturar una de las mejores fotos de la ciudad. "No sé por qué la gente va a Picadilly Circus teniendo esto en Sevilla".
El segundo lugar es el mercadillo de los jueves, en la calle Feria. Como recuerda Rancio, es "el mercadillo más antiguo de Europa", donde se pueden encontrar una variedad de objetos únicos. "Un sitio donde te puede comprar lo mismo un cuadro que lo mismo es de un pintoraco o una pecera".
En el centro de la ciudad, en la calle Mármoles, se encuentra un sorprendente monumento entre viviendas: tres columnas romanas de 15 metros de altura. "Sorpresón".
Otra joya desconocida está a solo 20 metros de la Catedral y la avenida de la Constitución. La plaza del Cabildo, una preciosa pequeña plaza circulas donde los domingos se realiza un mercadillo de antigüedades que ofrece desde sellos hasta "una varita de Harry Potter o unas gafas de los años 20".
Al cruzar el Callejón de la Inquisición, un coqueto pasadizo hacia el río, se encuentra un mirador improvisado para ir con "una botella de vino, dos copas y tu pareja" con vistas espectaculares.
No falta para Rancio un buen almuerzo en El Mesón del Serranito, el templo del bocadillo más sevillano "con su pimiento y su jamón".
Y para cerrar, a la noche, uno de los preferidos de Muñoz Gijón: Garlochí, que significa "corazón en caló". Un lugar singular donde beber Sangre de Cristo, y que impresiona a quien entra por primera vez debido a su decoración.
