Primavera, verano, otoño o invierno, no importa la estación ni el lugar. La provincia de Cádiz cuenta con rincones por los que despedirse del cielo diurno en sus últimas horas y, aunque sus playas sean los lugares que habitualmente más se destacan por los turistas, también hay que tener en cuenta la belleza de la puesta de sol en sus zonas de montaña, viñas y pueblos. Vejer, Bolonia, Barbate o Trebujena son algunos de los lugares favoritos para ver la puesta del sol. Qué decir si al mismísimo Steven Spielberg le conquistó el ocaso en Trebujena y la marisma del Guadalquivir para su película El Imperio del Sol…
Desde La Caleta
Ya lo cantaba la joven comparsa de El Embrujo a los pies del Falla: "Nadie se puede escapar en un bujío de La Caleta". Antes de que se reúnan "pa cantar y hacer brujería", tiene lugar el baño del sol por el horizonte oceánico. La superficie marítima descansa bajo los barquitos de pescadores de La Caleta de Cádiz, la playa de sus mayores, los barrios y su gente mientras las gaviotas sobrevuelan el Castillo de San Sebastián: fortaleza ubicada en uno de los extremos de la playa, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Esta playa ha funcionado como escenario de varias películas muy conocidas, entre las que destacan Muere otro día, de la serie de James Bond, o Alatriste. Sobre una orilla de medio kilómetro se alza el Balneario de la Palma (1926) y sus bulbos blancos interrumpen las capturas de sus atardeceres. La playa está bordeada también por Santa Catalina y su base estrellada, con dos secretos clásicos entre sus muros: un templo construido en tiempos anteriores para la Diosa Astarté, en la Punta del Nao (actualmente se alza frente al Castillo de Santa Catalina) y otro templo dedicado a Kronos, en el islote del Castillo de San Sebastián. Haciendo culto a la banda sonora de Alatriste, nada mejor que ir y pensar: "Cuenta lo que fuimos".
Por los chiringuitos de El Palmar
El Palmar ofrece varias opciones de surf, paddle surf, un baño habitual, descanso y cócteles sobre su playa, que se localiza a una distancia de 11 kilómetros de Vejer, playa a la que pertenece este municipio. Las orillas se desarrollan en 4.200 metros de longitud, con aguas limpias, tratadas y de poca profundidad, donde es habitual ver a grupos de surfistas practicando este deporte en temporadas de mayor oleaje.
Sus chiringuitos dan asiento a esos visitantes que tengan las gargantas secas y el estómago vacío. Hay varias opciones a elegir, como El Dorado, Cortijo El Cartero o Chambala, entre otros. Estos dos últimos locales destacan por sus constantes conciertos, que aportan una banda sonora perfecta para el atardecer.
Mirador del Estrecho
A seis kilómetros de Tarifa, este mirador ofrece al visitante unas vistas magníficas del Estrecho de Gibraltar, a 300 metros de altura del nivel medio marítimo. Este mirador se ubica en el encuentro del Atlántico y el Mediterráneo. Además, desde este punto se puede vislumbrar la segunda columna de Hércules: el monte Musa de Marruecos, también conocido como La Mujer Muerta por la similitud de su silueta, con 839 metros de altura.
Como parte del conjunto paisajístico del Parque Natural del Estrecho, el mirador se localiza, concretamente, en la subida al puerto del Bujeo. Para llegar hasta allí, la mejor opción es ir en coche por la carretera N-340, entre Algeciras y Tarifa.
Las viñas de Jerez
En la campiña jerezana, sobre todo por la carretera de Sanlúcar, se observan las tan preciadas e identificables viñas del municipio. Un paseo a pie por los viñedos, con el sol ocultándose por las pequeñas colinas, son elementos que crean encanto en la salida por tierras jerezanas.
También existen opciones de recorrer estos senderos junto a lagares, casas de viña, patios de labor y participar en alguna que otra cata de vinos al atardecer, desde uno de los puntos más altos de la campiña del Marco de Jerez, por medio de las actividades organizadas por algunas bodegas y empresas de la zona especializadas en enoturismo, como es el caso de la empresa Winable. En temporada de Feria de la Vendimia, además, también se puede aprovechar esta actividad acompañada de música en directo.
Faro de Trafalgar
El famoso faro del municipio de Barbate, junto a Caños de Meca, se alza como una torre blanca sobre dunas doradas y su correspondiente vegetación, encargada de sujetarlas. La gran silueta cuenta con 34
metros de altura, sobre un montículo del cual se puede bajar directamente a la playa. Esta zona es de arena fina y dos kilómetros de largo, pero no es muy recomendable bañarse si no se es un nadador experto debido a las corrientes submarinas que llegan desde distintas direcciones a este punto.
Encima de esta colina se puede contemplar la despedida al sol desde restos cuyas bases datan de la época romana, cuando, por aquel entonces, se alzaba el templo dedicado a la diosa Juno. Los musulmanes construyeron la zona con un asentamiento que, posteriormente, en 1805, daría escenario a la batalla de Trafalgar. Buques franceses y españoles lucharon contra la flota británica, dejando por testigo a
Benito Pérez Galdós. Esta batalla forma parte de los Episodios Nacionales y se puede apreciar en el monumento construido a mitad de camino al faro, donde se lee: "Dentro de poco, los hombres se convencerán del disparate que suponen las guerras, y llegará un día en que se abrazarán para formar una sola familia".
El Punto Mágico sobre el Templo de Hércules
En Chiclana se establecen sus siete Puntos Mágicos, desde donde observar el mar y, por supuesto, la puesta de sol. Cada cual cuenta con su propio monolito de piedra, donde se lee la leyenda e historia, y entre estos, destacan las vistas de la Playa de La Barrosa.
Desde sus acantilados, el sol se oculta en los alrededores del Castillo de Sancti Petri, fortaleza levantada en una isla frente a las costas de San Fernando y Chiclana de la Frontera, que en su día buscaba la defensa de la entrada del Caño Sancti Petri ante la Bahía de Cádiz. En el asentamiento se han reconocido restos del Templo de Hércules Gaditano.
Trebujena, un 'imperio del sol'
Transcurría 1986 cuando Steven Spielberg comenzó su búsqueda por el atardecer perfecto. Quién diría que lo encontraría sobre las marismas de Trebujena, después de un trabajo de documentación por medio del cineasta Antonio Pérez. El Imperio del Sol adaptó en tierras gaditanas la obra autobiográfica del inglés James G. Ballard y situando a Christian Bale (conocido por su popular Batman) como el protagonista, Jim Graham.
Esta historia proporcionó un puntual turismo y consecuentes ganancias a Trebujena en tiempos de elevado paro, y dejó por testigo a todo el mundo la puesta de sol que, efectivamente, conquistó al famoso cineasta. Oscar John Baker, técnico y trabajador de la cinta de Spielberg, caería enamorado de su propio sol: Isabel, una camarera de Trebujena que le convenció para dejar Londres atrás y vivir en esta localidad junto a ella. Así fue durante 36 años, hasta su fallecimiento, el pasado 1 de mayo (2023).
Desde Vejer de la Frontera y su molino
Esta ciudad transcurre entre blanquecinas callejuelas, donde los cirios se convierten en la única fuente de iluminación al pie de casas y rincones durante La noche de las Velas, popular fiesta celebrada a finales de junio. Pero lo cierto es que cualquier ocasión es perfecta para atravesar esta localidad y disfrutar cuando el sol se oculta por detrás de sus casas más altas y su molino.
A tres kilómetros de Vejer se puede aprovechar la ruta de los Molinos de agua de Santa Lucía, su pedanía. A sus pies, el Castillo de Vejer data del siglo X con influencia musulmana. Desde sus vistas también se aprecian joyas como la muralla medieval y sus cuatro arcos, y las tres torres que la coronan (Torre de la Corredera, Torre del Mayorazgo y Torre de San Juán).
Baelo Claudia
Originado como ciudad romana sobre la playa de Bolonia, a unos 22 kilómetros al noroeste de Tarifa, este conjunto provee un gran escenario para aquellos que quieran contemplar el atardecer frente a estas ruinas arquitectónicas que están catalogadas como BIC. Se trata de un trazado urbano entre las dos vías principales clásicas: el decumanus maximus (de Este a Oeste, donde se ubicaban las puertas a la ciudad) y el cardo maximus (de norte a sur).
Entre el testigo de lo que queda de los Templos de la Triada Capitolina, el templo de la diosa Isis, su teatro y restos del mercado, destaca el atardecer a través de las columnas del Tribunal de Justicia. En el centro de su patio solía encontrarse la estatua de Trajano, aunque actualmente puede apreciarse una réplica, dado a que la original se encuentra en el Museo Arqueológico de Cádiz. Y para aquellos más seriéfilos, siempre pueden ir a contemplar los últimos rayos de luz de la jornada con conciencia de estar pisando el escenario de The Crown (Netflix) en El síndrome de la reina Victoria (episodio de 2022, quinta temporada).
Puente a través de unas dunas, playa Camarón-La Laguna
El atardecer en Chipiona surge bajo la luz de su faro, el más alto de España, decimosexto de Europa y vigesimoprimero del mundo. Alzado a 62 metros sobre el terreno y con 322 escalones de caracol, fue el ingeniero catalán Jaime Font quien lo construyó, concluyendo las obras en 1867, poniendo la guinda a un paisaje se completa con los corrales de pesca de la playa Camarón-La Laguna.
Sus vistas más genéricas pueden contemplarse desde las dunas de esta zona de Chipiona, con una longitud de 2.300 metros y gran valor medioambiental, cuyo bosque de cañas da abrigo a diversidad de especies, como el camaleón. Para proteger el cordón dunar y preservarlo de la alteración humana, se accede por unos senderos de madera que funcionan como puentes, en cuyo centro pueden contemplarse los restos del que un día fue un reloj solar. Siguiendo el camino se llega hasta el inicio de la playa de Regla, donde el Santuario alberga sus propias leyendas y otorga su parte al paisaje.
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