La presentadora y modelo Pilar Rubio ha tenido que abandonar recientemente Sevilla, donde había residido en los últimos años, debido a que su marido, Sergio Ramos, se ha marchado a jugar a Méjico. De esta forma, Rubio ha vuelto con sus hijos a su residencia en Madrid. Ahora, meses después de su cambio de residencia, la presentadora ha estado en el programa de Toñi Moreno Gente maravillosa, donde ha contado sus sensaciones y ha reconocido que echa de menos Andalucía y Sevilla.
Toñi Moreno le ha preguntado qué le da Andalucía a ella tras conocer la comunidad gracias a su relación con Sergio Ramos. "Me da demasiado y me he quedado con las ganas de más", ha reconocido Rubio en el inicio de su respuesta. Del mismo modo ha reconocido que siente que le han quedado "muchas cosas por hacer y muchos sitios que visitar, muchos museos".
Sin embargo, su gran espinita es con Sevilla, donde ha vivido desde que Sergio Ramos abandonó el PSG y firmó por el Sevilla FC. "Me ha faltado darle otra vuelta a Sevilla. Ahora dices que estás cerca, coges un tren y estás en nada. Pero es verdad que cuando te mueves ya es más difícil por la logística".
@gentemaravillosacsur ¿Tienes algo que hacer la semana que viene @Pilar Rubio ? 💃🏻🪭✨ #gentemaravillosa #personamaravillosa #canalsurtv #toñimoreno #camarasocultas #pilarrubio #canalsur ♬ sonido original - GENTE MARAVILLOSA
En este sentido, Pilar Rubio añade que le da mucha rabia no haber podido "disfrutar más de la ciudad, pero no pasa nada porque Sevilla va a estar ahí y la Feria de Abril que me espere".
Temporada de Gente Maravillosa
Gente Maravillosa ha estrenado la séptima temporada con Pilar Rubio como protagonista de la primera cámara oculta en una situación de homofobia.
El escenario es el bar de un hotel. Un grupo de personas recrimina a una pareja homosexual sus muestras de cariño en público. Les dicen que no es el lugar adecuado para darse un beso y que se vayan a un sitio de ambiente gay llegando a comentar que "no son gente normal". Incluso llaman a la encargada e insisten para que les echen del local.
Pilar Rubio, que contempla la escena de cerca, se levanta de su asiento y les recrimina las "barbaridades" que está escuchando: "El único que me molesta a mí como cliente es usted gritando... tienen el mismo derecho que cualquiera... es una pareja que no hace daño a nadie y se quieren... menos guerra y más amor".


