Supervivientes vivió este domingo uno de los momentos más serios en muchas ediciones. Dos concursantes del reality sugirieron durante la gala que podrían haber presenciado un episodio de violencia machista.
En concreto, fue Álvaro Muñoz Escassi el que sacó el tema y dijo que había presenciado una situación que si le hubiera pillado "en la calle", habría intervenido. Las miradas fueron para Montoya y Anita, quienes venían de una relación en La Isla de las Tentaciones. El programa dio voz a Borja, que vino a decir que había sido testigo de lo ocurrido.
En la descripción de los hechos, se habló de un episodio en el que Anita salía detrás de Montoya y este realizaba aspavientos, mientras se oía la expresión "puta". Montoya se mostró indignado y Anita corroboraba esa versión: que había dicho "me cago en la puta", pero que nunca se refirió a ella en esos términos.
Sandra Barneda, desde España, se tomó el asunto muy en serio y dio la versión del programa, con la postura del equipo que iba recibiendo por línea interna. Al parecer, Montoya llegó a sufrir un episodio de crisis de ansiedad y fue por ello tratado. Ni Anita ni Montoya ni el propio programa aceptaron en ningún momento que hubiera podido haber agresión física.
Los dos concursantes que habían dado esa versión inicial dijeron que querían ver las imágenes, pero también que si el programa había considerado esa situación con imágenes y consideraban que no había habido violencia machista, que lo aceptaban. Borja dijo que se disculparía con Montoya.
Pelayo, otro de los participantes, sí señaló que su primera reacción al ver este episodio era que "menos mal" que no había "cuchillos". Que fue un momento muy tenso en la isla y que las cosas se estaban yendo de las manos.
Un asunto muy serio
Hasta aquí, no ha habido más novedades, más allá de que quizás Muñoz Escassi no había quedado satisfecho con la actitud del programa, pero Supervivientes insistía en que de haberse dado cualquier situación de violencia, habría actuado.
La familia de Montoya ha emitido un comunicado en el que se explica que está siendo víctima de "una campaña de injurias y calumnias que dañan su reputación y provocan un grave perjicio personal y profesional". Pide también que se eche del concurso a quien "ha versado tales acusaciones", y que están considerando "las acciones legales pertinentes".
Más allá del tono que suele tener el programa, con retos y exigencias, pero también con cierto humor, en esta ocasión esa dinámica se ha roto y se ha entrado en un terreno muy delicado.




