Venta Junta de los Ríos, un negocio centenario con tostadas como zapatillas y más de 4.000 productos

Juan de Jesús Ramírez Alpresa lleva más de medio siglo en un establecimiento hostelero que destaca por sus impresionantes desayunos, su comida casera y su oferta de artículos para el campo y el hogar

Juan de Jesús Ramírez Alpresa, propietario de la venta Junta de los Ríos, un negocio centenario con tostadas como zapatillas .

En la Junta de los Ríos, donde el río Guadalete se besa con el Majaceite, hay una venta con 111 años de historia que conoce media provincia. Un negocio hostelero que conserva la esencia de las ventas de antes, donde además de servir comida y bebida se vendía todo tipo de artilugios para el campo y alimentos para las familias que vivían lejos del núcleo urbano en tiempos sin Amazon ni Wallapop

Paralelamente a la construcción del embalse de Guadalcacín, cuyas obras comenzaron en 1906 y duraron una década, un avispado capataz que vio el movimiento que había por la zona decidió montar en 1910 un ventorrillo que estuvo abierto durante siete años. Según cuentan las crónicas de antaño, un hombre al que apodaban Capacha tomó el relevo y se hizo cargo de la venta desde 1917 a 1941. Sebastián Benítez Leal compraría el local en 1941 para regentarlo hasta 1956, cuando se lo vendió a un granadino de nombre Felipe que pagó 160.000 de las antiguas pesetas. 

Entrada de la venta Junta de los Ríos.    MANU GARCÍA
 

La familia Benítez incluso amplió el negocio con una panadería donde el pan se compraba con las antiguas cartillas de racionamiento. Los proveedores de vino de la venta eran Manuel Benítez, un antiguo bodeguero de Jerez y la bodega Palomino Vergara. Tanto el vino como la harina llegaban en carromatos de dos ruedas tirados por bueyes. Un pequeño taller de bicicletas, una tienda de comestibles y hasta una barbería fueron negocios compartidos junto a la venta durante varios años, hasta que en 1968 el establecimiento fue comprado por Antonio Ramírez Ramos, padre del actual propietario de la venta Junta de los Ríos

Este es un breve resumen de una venta con mucha historia, de parada obligatoria para domingueros y moteros, de paso fijo para aquellos que circulan por esa ruta que conecta La Barca de la Florida con Arcos. "Aquí viene gente de la parte de la Sierra, de Jerez y de la Bahía", comenta Juan de Jesús Ramírez Alpresa, dueño desde 2001 y trabajador desde que tenía siete añitos. "Empecé trabajando con mi padre. Terminé sexto de EGB tras repetir tres veces. Eran otros tiempos en los que había que ayudar a la familia y todo era trabajo y trabajo". 

La barra de la venta.  MANU GARCÍA

La esencia de las ventas de antes

Con una entrada coqueta y un salón principal amplio, la terraza trasera permite desayunar conectando con la naturaleza. Y con la tranquilidad, quienes vayan en compañía de pequeños, de tener una zona extensa para que jueguen sin ningún tipo de peligro. Los desayunos son uno de los platos fuertes de la venta, con unas tostadas impresionantes, del tamaño de unas zapatillas del número 46. Si piden una pequeña, será el doble de grande de la de muchos bares. Además, el pan es de los que hartan y dejan sabor. 

La terraza trasera es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza.   MANU GARCÍA

Entre 200 y 300 desayunos sirve a diario entre semana Juan junto a su equipo, prácticamente familia, de unos 11 empleados, que se multiplican hasta 24 los fines de semana, donde los cafés y tostadas llegan hasta 700 por día. "Los domingos empezamos a dar comida desde la una, que estamos ya a tope. No podemos dar reservas por este motivo", comenta Juan. A la hora del almuerzo, las comidas caseras y las carnes a la brasa son las especialidades de la casa, sin olvidarnos de la carne de ternera o de cordero. 

Un total de 64 mesas tiene distribuidas a lo largo y ancho de una venta que tiene una zona de souvenirs con más de 4.000 referencias de productos de menaje, ferretería, electricidad, cerámica y artículos de regalo. Ni siquiera las grandes superficies o el gigante Amazon hacen temblar esta idea de negocio basada en los tiempos de antes, donde la movilidad era imposible en estas barriadas rurales que no tenían cerca ninguna tienda.
Cencerros, romanas, botas de vino y una gran variedad de productos.   MANU GARCÍA

Aunque ya casi todo, con las nuevas tecnologías, está al alcance de la mano, la venta de artículos sigue funcionando. ¿El secreto? Hay artículos difíciles de encontrar hasta en internet que, sin embargo, están en la venta Junta de los Ríos. Cencerros, botas de vino, romanas y gorras de todo tipo están sobre la barra junto a unos jamones que encaprichan a cualquiera. Cuchillos, navajas y cestas de mimbre forman parte también de los artículos a disposición de los clientes. Y, entre las grandes demandas, los productos autóctonos. "Vendemos muchas chacinas, quesos, miel, jalea real, polen... Viene mucha gente de la Bahía buscando el género", relata el dueño. 

La miel es uno de los productos autóctonos que más demandan.   MANU GARCÍA
 

El 'Rey Mago' de la Junta de los Ríos

La pandemia no le ha perjudicado tanto como a otros establecimientos. "Gracias a Dios –destaca Juan– tenemos una clientela muy fiel, de muchos años. Nos hemos sentido arropado durante todos estos meses". Lo que sí ha llevado el dichoso coronavirus es a la suspensión, por segundo año consecutivo, de un evento muy esperado en el lugar. Desde hace seis años, en el balcón de la planta de arriba, Juan y su gente ejercen de auténticos Reyes Magos lanzando balones y regalos a los niños y adultos que se congregan en el exterior de la venta. "Se me ocurrió por darle vida a una fiesta, como la de Reyes, que es de las que más me gustan". Pero la cosa fue creciendo hasta que en 2019, el último año que la celebró, fueron más de 4.000 personas las que estaban abajo esperando los 11.000 balones de goma, 2.000 de reglamento y 30.000 juguetes que lanzaron 60 personas durante 35 minutos de manera interrumpida. Una auténtica locura.

Todos los regalos, por cierto, los va comprando Juan a lo largo de todo el año. Este evento festivo tendrá que esperar hasta 2023. "Por el riesgo que hay actualmente con la subida de casos y por conciencia, no vamos a celebrar nada este año". Los más de 30.000 regalos que ya tenía comprados los ha donado al Ayuntamiento de Arcos para que los reparta entre la localidad serrana y las barriadas rurales. 

Juan, en la parte de su venta dedicada a los souvenirs y todo tipo de artículos.   MANU GARCÍA
 

Por su bonhomía, exquisito trato y cercanía, Ramírez Alpresa es un personaje muy querido entre su clientela y la gente de Arcos. En 2010, la venta Junta de los Ríos recibió una mención especial del ayuntamiento arcense por sus cien años de vida. En 2011, Juan encarnó en la cabalgata de Arcos al rey Gaspar, mientras que en 2019 se encargó de encender las luces de la Feria de San Miguel. Colabora con muchísimos eventos de manera solidaria y siempre está para quien le pide ayuda. Toda una vida dedicada a servir a los demás, aunque para él es "algo muy grato. Me gusta mi trabajo. Para mí es como si fuera un hobby". Algo que se nota a la hora de gestionar su negocio. Confía al máximo en los suyos y disfruta como en aquellos años en los que aprendía el oficio que le ha acompañado durante más de medio siglo. 

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