Sorpresa en la calle compañía de Cádiz. Los parroquianos del Bar Brim están de luto (temporal) por el cierre del Bar Brim, que se someterá a la mayor reforma de su historia tras 66 años sirviendo el mejor café de la Tacita de Plata.
El restaurante, regentado por Antonio Díaz Orcero (que lo heredó de su padre Antonio Díaz) y su esposa Charo Aragón, cerró sus puertas a principios de este mes de junio con objeto de cambiar la solería interior. Según recoge el portal de noticias gastronómicas Cosas de Comé, el Bar Brim cambiará el suelo interior de la barra y pulirá el exterior. Además, habrá una remodelación del mobiliario del negocio y de la cafetera, reemplazada por otra de la marca andaluza de café Catunambú.
En declaraciones a Cosas de Comé, Charo Aragón sostiene que la remodelación no afectará al aspecto singular del café, manteniendo "sus vírgenes" y la olla donde preparaba el café Antonio Díaz padre.
El bar que solo sirve café desde 1956
Tortas de aceite, sobaos y dulces varios aparte, Antonio Díaz Orcero continúa con el sueño de su padre, que decidió dedicarse exclusivamente a servir esta bebida, en horario de mañana y tarde. "Quitó todo y se especializó en café. Solo café. No quería ser uno más. Para él y para el señor de la Atlántida, traían camiones de Café Dromedario desde Santander.", explicó el pasado año en una entrevista con lavozdelsur.es Charo Aragón, esposa de Antonio, y heredera del legado (histórico) de Antonio Díaz padre. "Ella sabe toda la historia, toda, toda", reconocía Antonio, que perdió a su padre hace ya doce años, cuando este tenía 90.
"Hasta que no murió no dejó de pagar a la Seguridad Social", explica la camarera sobre su suegro. El montañés de Cabezón de la Sal, nació en 1918 y emigró a Cádiz con tan solo 13 años para trabajar en el Novelty de la plaza de San Juan de Dios junto a su tío Pedro. Tras años lavando vasos y platos, adquiere experiencia de hostelero y asciende hasta encargado. Cuando reúne algo de dinero, aún en plena posguerra, se hace con el antiguo Café Morante de la calle Columela. A los años, cambia el negocio por otro en la calle Compañía: el actual Bar Brim.
"Esto era un bar de tapas, se daba de beber pero también de comer. Él nos contó que hasta vendía helados por la ventana durante el verano", comentaba Charo, que fecha en 1956 el año en el que su suegro se hizo con el local. El restaurante se llamaba Bar Prim, a causa de la calle donde se encontraba, cuyo nombre en época republicana era General Prim. "La calle Compañía se llamaba así en época de la República. Cuando vino el Movimiento la cambiaron. El antiguo dueño no tenía dinero y pintó la barriguita en la P. Así pasó de Prim a Brim", contó a lavozdelsur.es Antonio.
Tras adquirir la propiedad, su padre decidió eliminar cualquier tipo de aperitivo y dedicarse en exclusividad al café, que tostaba en el mismo sótano del local —ahora Catunambú en grano—. El 90% de la venta es café y seguramente es el mejor de Cádiz. Ahora sus parroquianos, y los turistas que visitan por curiosidad este bar de Cadi Cadi, tendrán que esperar hasta finales de julio o principios de agosto para devolver a degustar una de sus deliciosas tazas.


