Pedro Fernández no ha podido acudir a la entrevista, porque de los tres socios es el que se dedica al asunto de papeleos, cuentas, etc. Apenas se dan un respiro para atender a lavozdelsur.es Andrés Martagón y Jaime Mena horas antes de la primera cena que servirán en La Maquiavélica, un estreno para amigos personales y del proyecto. Fernández, conocido en el mundo del deporte adaptado de Jerez por su trayectoria en el tenis de mesa, es el más veterano de los tres. Martagón y Mena nacieron en el 90. Los tres, jerezanos. Y han reunido conceptos hasta parir un establecimiento que, sobre todo, quiere ser diferente, porque "para hacer lo que ya hacen otros, si te va bien será por suerte solamente", indican.
La Maquiavélica abre al público en calle Tornería, donde se ubicaba el antiguo mexicano, y lo hace el día de Andalucía, este viernes 28 de febrero, con unas ideas muy disruptivas dentro del panorama local. Para empezar, el espacio interior es mucho más cerrado y exclusivo que el de muchos otros restaurantes, jugando entre modernidad y tradición con el concepto speakeasy, una especie de dignificación y cualificación de la taberna de toda la vida. Pero, "que nadie se equivoque", porque el concepto es también jugar con las tapas dentro de la media de precios del centro de Jerez. "Tu tapa o tu tosta con tu cervecita por 5 euros", indican los emprendedores.
Una vez superados esos miedos, llegan los toques de distinción. Sobre todo, por la barra donde la clientela puede observar cómo se elaboran el sushi, nigiris, makis, etc., que conviven con la carta mediterráneo. El cocinero, Alejandro Montero. "Fui jefe de cocina del Kiri y he estado en el Chinini, y tenía para trabajar en Mallorca este verano, pero lo he dejado para meterme en esto. Me convencieron, me gustó mucho la idea", cuenta mientras no deja de elaborar tapas. Sobre todo, viene del pescado crudo, pero ahora se enfrenta al fuego. Estará en cualquier caso en esa barra para que la gente le vea crear, elaborar, cortar atún, dominar el arroz...
El restaurante es maquiavélico, explican, por degeneración. "Iba a ser maki-, por la comida japonesa, y -bélico, por el tema de la guerra, pero como nuestra idea primera era restaurante con puerta secreta a coctelería y eso cambió, degeneró tanto que ahora es maquiavélico", indican.
Jaime y Andrés ya saben lo que es trabajar juntos con éxito, como ha sido el caso de la ginebra Sr. Stuart. "Estamos nerviosos con la apertura, pero ya sabemos lo que es esto", dicen respecto a las nuevas experiencias. Jaime tenía ganas de antes de embarcarse en un negocio propio, después de vivir desde dentro la hostelería. Andrés, desde su formación y experiencia en el marketing, está muy pendiente de las tendencias, de "lo que busca el cliente", y señala que "Jaime siempre me sigue en las locuras", lo que genera una auténtica retroalimentación.
Si algo mantienen en este establecimiento es las ganas, a pesar de las dificultades. Reconocen que Jerez no es fácil, pero los últimos éxitos del centro, como la llegada de un superlujo, estrellas michelín y mucha afluencia al centro. Quizás, por ese respeto a la comida de siempre, desean hacer cosas diferentes. "Estamos muy agradecidos a los que han tirado del carro cuando el centro era el que es", explican.
Por ahora, optarán por centrarse en las tapas y la comida japonesa para, más adelante, elaborar una carta de cócteles muy diferente, con un coctelero clásico de chaqué. "El objetivo es dar una oferta desde las 2 hasta las 12 de la noche, que la gente nos conozca como conoce a otros, pero que sepa que nostros lo hacemos diferente. Como no lo hay en Jerez". Hasta este 28-F.
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