Carlos Juárez, un joven portuense de 37 años, se trajo un trozo de la gastronomía estadounidense a Puerto Sherry (Cádiz). Después de trabajar en la costa de Estados Unidos, decidió montar Crabbys en su ciudad natal, un negocio hostelero especializado en productos del mar típicos envueltos en pan para servir platos con un toque diferente, pero con alimentos autóctonos de la Bahía.
Al final de la playa de La Muralla, en Puerto Sherry, se encuentra Crabbys, la casa del cangrejo de cáscara blanda empanado en bocata, uno de los platos estrella en la costa estadounidense. Los cangrejos, fritos, se presentan en un pan de brioche (que elabora la panadería Dolores, de El Puerto) con tomate, lechuga y una salsa con un poco de pique.
Otros de los bocadillos más destacados de Crabbys son: Poor Boy de gambones, un crujiente y sabroso bocata relleno de enormes gambones rebozados entre mollete de la Sierra de Cádiz, especialmente del Molino de Abajo de El Bosque; Lobster Roll, un bocadillo artesano de bogavante entero en su punto y con un suave marinado; y el bocata de costillas, se trata de una mezcla de 200 gramos de costillas ibéricas cocinadas durante 36 horas con salsa barbacoa hecha por el chef dentro de un mollete de El Bosque.
Bocatas del restaurante portuense. FOTO: CRABBYS.
Pero para abrir boca, el Crabbys ofrece unos entrantes de lo más variado y diferentes: como el salmorejo de costa, que cambian el jamón por mojama y el huevo por choco; croquetas de mejillones tigre servidos en su concha y Poke Bowl, una ensalada de origen hawaiano con base de arroz, pescado marinado, verduritas, algas y que se puede combinar con atún rojo o salmón noruego.
Con un local al más puro estilo americano sin perder el aire de la costa gaditana, Crabbys se caracteriza por ser una cocina callejera internacional de calidad. Todo lo que sirven: pan, salsas, patatas..., está hecho por ellos mismos. Al igual que los postres: una original tarta de manzana que sirven con torta de aceite de Inés Rosales y helado de vainilla; una tarta cremosa de limón o el típico brownie casero de chocolate negro con helado de vainilla.
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