Como cada año por estas fechas, resurge la historia de la fiesta que organizaron por Halloween los jugadores del Betis hace ya más de 20 años. A finales de octubre de 2001, el chalé de Benjamín Zarandona, uno de los futbolistas del club bético por aquel entonces, acogió una fiesta que "se fue de las manos".
Más de 100 personas, e incluso cerca de 200, según testimonios de los propios jugadores —entre ellos Joaquín, que sigue jugando en el Betis—, acudieron a una fiesta en la que se presentó el entonces presidente del club, Manuel Ruiz de Lopera, acompañado del entrenador Juande Ramos.
"Nosotros no sabíamos que era Halloween, hicimos una cena de equipo y una fiesta entre amigos", recuerda Joaquín en una entrevista en Movistar, hace unos años. El canal Vamos ha recordado con un vídeo aquella mítica fiesta en casa de Benjamín, que dio la vuelta a España por la intervención del presidente y del entrenador del club, al que Lopera sacó de la cama para acudir a la fiesta.
En otoño de 2001, el Betis de Juande Ramos, recién subido a Primera División, ganó al Madrid en su estadio —que se llamaba Manuel Ruiz de Lopera—, llegó a ponerse líder en la séptima jornada, y le acompañaban los resultados hasta octubre, cuando empezó a cosechar peores cifras.
La fiesta de Halloween en casa de Benjamín era fiesta, pero no por Halloween. Los jugadores ni sabían que coincidía con la fiesta de las calabazas y los disfraces terroríficos. Esa noche lo que dio más miedo fue la visita de Lopera.
La fiesta de Halloween más loca del @RealBetis. #FelizHalloween #Bakalá pic.twitter.com/eO3gSvuBh8
— #Vamos por Movistar Plus+ (@vamos) October 31, 2022
A medianoche, Benjamín salió a la puerta a despedir a una invitada, cuando vio un coche aparcado enfrente. "No sabía si estaban haciendo algo o metiéndose algo", reconoció recientemente. Cuando se acercó, vio dentro a Lopera. "Buenas noches, Benjamín", le dijo, para salir del vehículo con Juande Ramos, el director deportivo y el gerente del club.
"No le dejes entrar, es allanamiento de morada", le dijo algún jugador a Benjamín, que no pudo evitarlo. "Entramos en la primera habitación y allí había chicas haciendo ejercicio físico. Sin ropa ninguna", describió después Lopera.
"Estábamos en la terracita del chalé cuando Benjamín irrumpió preguntando: ¿Quién ha invitado al presidente?", recuerda Capi, otro de los jugadores de aquel Betis. Las invitadas alucinaron con la escena. "Pues sí que es importante la fiesta que vienen hasta el presidente y el entrenador", decían.
Los futbolistas intentaron esconderse. Algunos incluso saltaron desde los balcones. "Saltaban con una habilidad que yo dije: Juande, estos van a marcar goles de cabeza saltando cuatro metros”, bromeaba luego Lopera.
"Hombre, si está aquí el niño... Otro expediente más... Muy pronto estás empezando tú", le dijo Lopera a Joaquín, que tenía 20 años. "Ahora entiendo tu bajo rendimiento", le espetó el presidente a Benjamín. "Tu contrato de imagen se va a complicar", le reseñó a Denilson. "También está usted aquí, Capi… No me lo esperaba de usted", le dijo al canterano bético.
"La suerte que tuvimos es que estábamos todos. Si hay tres, hoy estaría poniendo cafés en el bar de mi padre", asegura Joaquín, entre risas, años después de una fiesta que cada año se recuerda por estas fechas, cuando se acerca Halloween.
Unas semanas después, en torno a Navidad, Lopera ya bromeaba con organizar "un curso de campanilleros", una vez "olvidada" la historia, ya que para entonces el Betis encadenó seis partidos sin perder. Eso sí, el partido disputado justo después de la fiesta, frente al Zaragoza, lo perdió.
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