"Cachondeo", "tunante", "salir por la vía de Tarifa"... y otras expresiones nacidas en la almadraba gaditana

El filósofo burgalés Ignacio Palacios Esteban recopiló en 'Almadrabas del Estrecho y Literatura' dichos y jerga surgidos en su mayor parte en el siglo XVI del mundo almadrabero

"Cachondeo", "tunante", "salir por la vía de Tarifa"... y otras expresiones nacidas en la almadraba gaditana.
"Cachondeo", "tunante", "salir por la vía de Tarifa"... y otras expresiones nacidas en la almadraba gaditana. JUAN CARLOS TORO

"Esto es un cachondeo", "no me salgas por la vía de Tarifa", "eres muy tunante"... cualquiera ha oído o dicho alguna vez una de esas expresiones, pero quizás no todos saben que esos vocables provienen originariamente del mundo de las almadrabas de la costa jandeña de la provincia de Cádiz. Ahora, cuando arranca la temporada y el mar bulle en torno a las artes de pesca milenaria del atún rojo, es un buen momento para repasar esta curiosidad.

Como recoge en Almadrabas del Estrecho y Literatura el filósofo burgalés Ignacio Palacios Esteban (1938), que se ha llevado desde los 20 años relacionándose con gente de la mar, "la fama de las almadrabas, en las que convivían el desenfreno, la picardía e incluso la delincuencia, con el trabajo duro y profesional, fue tal que el Duque, el año 1577, llamó a los jesuitas para que impartieran sus famosas misiones con el fin de llevar por el buen camino a sus gentes. No parece que consiguió su propósito, al menos de modo rápido, porque las misiones tuvieron que celebrarse durante varios años".

Lo cierto, prosigue en su estudio, es que "este mundo tan agitado como atrayente no fue sólo una fuente de inspiración para grandes escritores, sino también para el pueblo sencillo, que enriqueció el diccionario castellano y el refranero español con la jerga de sus gentes. Es por ello de gran interés hacer un recorrido sobre estos vocablos y dichos relacionados con las almadrabas, acuñados, en su mayor parte, en el siglo XVI".

Tunantes y tunantas

Son términos, dice Palacios Esteban, que, según Martín Sarmiento, se derivan del vocablo “atún”, el pez vagabundo. Los atunes no tienen Patria ni domicilio constante; todo el mar es Patria para ellos. Son unos peces errantes y unos tunantes vagabundos, que a tiempos están aquí y a tiempos están allí. Y así, por imitación de los atunes, formaron las voces Tino, Tunante y Tunar de la voz Atún, o de el Thunnus Latino. Esta expresión sirvió también para referirse a los pícaros que acudían a las almadrabas para buscar un ambiente libertino, acuñándose el término en nuestra diccionario con este significado peyorativo. Volvemos a Sarmiento: Los vagabundos y tunantes son atunes de tierra, sin patria fija, sin domicilio constante y conocido, sin oficio ni beneficio público, y tal vez sin religión, y sin alma. Si, como para reconocer y pescar los atunes, se estableciesen en las avenidas unas redes o almadrabas, para arrestar esos tunantes desconocidos, no habría tantas maldades en la sociedad humana.

Ventureros

"Eran los advenedizos de toda calaña y pícaros que recalaban en las almadrabas para hacer las tareas más vulgares de la pesca, como tirar de la cuerda de la almadraba. Esta palabra, dice la Duquesa de Medina Sidonia, dejó de usarse cuando un militar, para dignificar esta profesión, recordó que Cristo también había pescado en el lago de Tiberíades y tirado de la cuerda".

Cachondeo

"Es un vocablo de uso popular incorporado hace tiempo al diccionario español que, según parece, se deriva del Río Cachón de Barbate, en cuya desembocadura los almadraberos celebraban fiestas y juergas que eran famosas en todo el contorno. Si en alguna localidad las almadrabas han aportado vocablos al lenguaje popular es precisamente en Barbate. En el libro El habla de Barbate y su Zona se recogen muchos términos locales que tienen su origen en esta actividad secular".

Mata Rey y vete a Conil

"Este dicho hace alusión a los delincuentes que escapaban de la Justicia y se acogían en las almadrabas, a la jurisdicción del Duque, que no pedía cuentas de su vida anterior. El mismo Duque que organizaba grandes misiones con los jesuitas, reclutaba a los almadraberos sin muchos miramientos".

Ir por atún y a ver al Duque

Este refrán tiene su origen también en las almadrabas, como nos cuenta Sarmiento: Cuando los señores Duques de Medina Sidonia residían en sus Estados y salían a divertirse viendo la pesca de los atunes en sus Almadrabas, concurría mucha gente, vasallos, y no vasallos de S.E., unos por verle, otros por obsequiarle, otros por todo; y casi todos por ver la pesquería, por comprar de camino algo de atún para su casa, o para traficar, así pues, debía ser la expresión: vamos a ver al señor Duque y de camino compraremos algo de atún. Pero porque algún pagano usó del Hysteron proteron sin saber Rhetórica, diciendo vamos por atún y a ver al Duque, caería en gracia la grosería Rhetórica y después pasaría a frase castellana.

Salir por la vía de Tarifa

"Desde época de Alfonso XI —cuenta Palacios Esteban—, Tarifa gozaba de un privilegio de derecho fronterizo, por el que se daba asilo a los homicidas y ladrones a cambio de poblar sus términos. Este derecho se trasladó también a los que iban a trabajar a las almadrabas de la zona, que por eso cogían la vía de Tarifa. No en vano, como decía Cervantes, el destierro a las almadrabas era un destino honroso al que se veían abocados muchos expresidiarios y otras gentes del mal vivir".

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