La Solemnidad de la Asunción de María es una festividad que tiene carácter de fiesta de precepto en numerosos países. Se ha mantenido a lo largo de los siglos como símbolo de esperanza y de gloria futura para todos los creyentes.
La Asunción afirma que la Virgen María, al finalizar su vida terrena, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. No se trata de un privilegio cualquiera, sino de un signo de la victoria definitiva sobre la muerte y del destino que aguarda a todos los cristianos fieles a Cristo.
Aunque el dogma fue proclamado oficialmente por el Papa Pío XII en 1950, la fe en la Asunción se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Desde antiguo, tanto en Oriente como en Occidente, la Iglesia celebraba esta verdad con distintos nombres: Dormición de María en las iglesias orientales y Asunción en Occidente.
La Asunción también está íntimamente unida a la misión de María como Madre de la Iglesia. Al ser elevada al cielo, se convierte en signo de consuelo y esperanza, mostrando el destino glorioso al que todos están llamados. En el arte y en la liturgia, suele representarse a la Virgen ascendiendo entre ángeles, rodeada de luz y con los brazos abiertos hacia Dios.
En muchos países esta jornada es una de las grandes fiestas marianas del año. Se celebran procesiones, misas solemnes, peregrinaciones y fiestas patronales. En España, por ejemplo, numerosas localidades tienen a la Virgen de la Asunción como patrona, y en América Latina se realizan expresiones populares de fe como danzas, cantos y rosarios comunitarios.
Otros santos y beatos
- Santa María del Alba: advocación mariana asociada al amanecer, símbolo de esperanza y luz espiritual.
- San Alipio de Tagaste: obispo africano, gran amigo y compañero de San Agustín en su conversión y ministerio.
- San Altfredo de Hildesheim: obispo del siglo IX en Alemania, promotor de la vida monástica y la construcción de iglesias.
- San Estanislao de Kostka: joven jesuita polaco, ejemplo de fe y pureza, fallecido con apenas 17 años en Roma.
- San Simpliciano de Milán: obispo sucesor de San Ambrosio, notable guía espiritual en los primeros tiempos de la Iglesia.
- Beato Isidoro Bakanja: laico congoleño martirizado en 1909, conocido por su profunda devoción al escapulario mariano.
- San Jacobo Kyushei Tomonaga: misionero dominico japonés, martirizado en 1633 por su fidelidad a Cristo.


