San Pedro Crisólogo —cuyo nombre significa “palabra de oro”— nació hacia el año 380 en Imola, Italia. Fue discípulo del obispo Cornelio, quien lo ordenó diácono y más tarde sacerdote. Su vida dio un giro crucial cuando fue designado, por voluntad del Papa Sixto III, como arzobispo de Rávena, una de las ciudades más importantes del Imperio Romano de Occidente.
Pedro se destacó por su extraordinaria capacidad oratoria. Sus homilías eran breves pero cargadas de profundidad espiritual y claridad doctrinal. De ahí proviene su sobrenombre "Crisólogo", que significa "el que habla con palabras de oro". Se le atribuyen más de 170 sermones, muchos de los cuales han llegado hasta nuestros días y tratan temas como el misterio de la Encarnación, la Virgen María, la penitencia y la unidad de la Iglesia.
En su tiempo, la ciudad de Rávena era la sede imperial, lo que le permitió influir tanto en asuntos eclesiásticos como políticos. Pedro defendió con firmeza la doctrina católica frente a diversas herejías, especialmente el monofisismo. Murió alrededor del año 450, y en 1729 fue declarado Doctor de la Iglesia por el Papa Benedicto XIII. Su legado sigue siendo una fuente de sabiduría pastoral y teológica.
Otros santos y beatos
Santa María de Jesús Sacramentado Venegas (1868–1959)
Religiosa mexicana y fundadora de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús. Dedicó su vida al cuidado de enfermos y a la educación cristiana. Fue canonizada por San Juan Pablo II en el año 2000.
San Abdón y San Senén († c. 250)
Mártires persas que fueron llevados a Roma durante las persecuciones del emperador Decio. Según la tradición, enterraron a cristianos martirizados y por ello fueron también condenados a muerte. Son muy venerados en España, especialmente en la ciudad de Burriana.
Beato Juventino María Dasá (1910–1936)
Religioso español de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle), martirizado durante la persecución religiosa en la Guerra Civil Española. Fue beatificado por el Papa Benedicto XVI.
Beato Everardo Hanse († 1581)
Sacerdote inglés que murió mártir bajo el reinado de Isabel I por permanecer fiel al catolicismo en tiempos de persecución. Fue beatificado por el Papa Pío XI.
San Ermelo de Lobbes († c. 737)
Monje benedictino y abad del monasterio de Lobbes (actual Bélgica), conocido por su celo por la vida monástica y su influencia en la expansión del cristianismo en la región.