Este miércoles 2 de julio, la Iglesia Católica conmemora a varios santos y beatos. Entre ellos, destaca especialmente San Bernardino Realino, apóstol de Lecce y ejemplo de santidad jesuita. Nació en Carpi, Italia, en 1530, en una familia noble. Estudió derecho y ejerció como juez civil en varias ciudades del norte de Italia, hasta que una experiencia espiritual profunda lo llevó a dejar su carrera y unirse a la Compañía de Jesús a los 34 años.
Como sacerdote jesuita, fue enviado a Lecce, en el sur de Italia, donde permaneció más de 40 años. Allí se convirtió en una figura clave para la ciudad: predicador incansable, confesor solicitado y promotor de obras de caridad. Fue maestro de novicios y guía espiritual de jóvenes y sacerdotes. Su humildad, paciencia y alegría marcaron profundamente a quienes lo conocieron.
Murió en 1616 con fama de santidad. Su cuerpo se conserva incorrupto en la iglesia del Gesù de Lecce. Fue canonizado por Pío XII en 1947. San Bernardino Realino es considerado el patrono de los confesores y de la ciudad de Lecce.
Otros santos y beatos
Santa Monegunda de Chartres († c. 570). Viuda francesa que, tras la muerte de sus hijas, decidió llevar una vida eremítica. Es considerada una de las primeras religiosas del monasterio de Tours, donde vivió en oración y penitencia. Su vida inspiró a muchas mujeres a seguir el camino de la vida consagrada.
San Otón de Bamberg († 1139). Obispo alemán que evangelizó a los pueblos eslavos de Pomerania. Fue también diplomático y consejero del emperador Enrique IV. Conocido como el "Apóstol de Pomerania", fue un gran promotor de la educación y la construcción de iglesias.
Beata Eugenia Joubert († 1904). Religiosa francesa de la Congregación de la Santa Familia del Sagrado Corazón. Murió joven, a los 28 años, ofreciendo sus sufrimientos por la conversión de los pecadores. Fue beatificada por Juan Pablo II en 1994.
Beata María de Jesús Crucificado Petkovic († 1966). Fundadora croata de la Congregación de las Hijas de la Misericordia del Tercer Orden de San Francisco. Se destacó por su obra con niños pobres y enfermos en los Balcanes y América Latina. Beatificada por Juan Pablo II en 2003.
Beato Pedro Tarrés i Claret († 1950). Laico catalán, médico y miembro activo de la Acción Católica. Tras ser ordenado sacerdote, dedicó su vida al servicio pastoral, hasta su muerte a los 45 años. Fue beatificado por Benedicto XVI en 2005.


