San Luis nació en 1274 en el seno de la familia real angevina. Fue retenido de niño como rehén por motivos políticos, pero durante ese período fue educado por frailes franciscanos, lo que despertó en él una profunda vocación religiosa. Al llegar a la mayoría de edad fue nombrado arzobispo de Lyon y heredero al trono napolitano, pero renunció a ambos para ingresar en la Orden Franciscana.
Como obispo de Toulouse, dedicó tres cuartas partes de sus recursos al auxilio de los más necesitados. Estableció un comedor diario donde asistían numerosos pobres. Murió joven, en 1297, a los 23 años, pero su fama de santidad se extendió rápidamente.
Canonizado en 1317 por el Papa Juan XXII, su vida destaca por la coherencia entre la fe y la práctica solidaria, combinando austeridad franciscana con servicio episcopal. Es patrono de ciudades como Valencia y de varios lugares vinculados a su legado.
Otros santos y beatos
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San Juan Eudes
Sacerdote y fundador de la Congregación de los Padres Eudistas, se distinguió por su profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Corazón Inmaculado de María, y por su labor misionera y formativa. -
San Sixto III, papa
Pontífice del siglo V, notable por su impulso a la construcción de basílicas en Roma y por su papel en la consolidación de la liturgia romana. -
San Magno, mártir en el Lacio
Testigo de fe del primer milenio, ofreció su vida como mártir en defensa del Evangelio en la región del Lacio. -
San Magín de Tarragona
Santo mártir venerado en Hispania, símbolo del coraje para confesar la fe cristiana en tiempos difíciles. -
San Sebaldo de Núremberg
Ermitaño y evangelizador en Baviera, cuya vida de penitencia y oración atrajo tantos fieles como su ejemplo de entrega. -
San Timoteo de Gaza
Santo menos conocido, asociado a la región de Gaza, venerado por su vida piadosa y su silenciosa influencia espiritual. -
San Badulfo de Ainay
Abad de la abadía de Ainay en Lyon, fundador monástico cuya memoria se preserva en la vida de esa comunidad religiosa.


