La devoción a la Virgen del Pilar se remonta, según la tradición, a los primeros tiempos del cristianismo. La historia cuenta que el apóstol Santiago el Mayor, desanimado en su misión evangelizadora en Hispania, recibió la visita de la Virgen María cuando ella aún vivía en Jerusalén. La Madre de Dios se le apareció sobre un pilar de jaspe a orillas del río Ebro, en Zaragoza, y le animó a perseverar en la fe y en la predicación del Evangelio. En aquel mismo lugar, Santiago mandó edificar una capilla, considerada el primer templo mariano del mundo.
Con el paso de los siglos, la devoción se extendió por toda España y por los territorios de ultramar. El actual Santuario-Basílica del Pilar, en Zaragoza, es uno de los centros de peregrinación más importantes de la cristiandad. En torno a su fiesta se celebra también el Día de la Hispanidad, que conmemora el encuentro de culturas tras el descubrimiento de América, así como la común herencia espiritual y lingüística que une a los pueblos de habla hispana.
Nuestra Señora del Pilar es invocada como “columna de fe”, símbolo de firmeza y esperanza. Su imagen —una pequeña talla gótica colocada sobre el pilar de piedra de la aparición— es objeto de profunda veneración. Cada año, miles de fieles la honran con flores, plegarias y procesiones, expresando así el amor de todo un pueblo que ve en ella el sostén de su fe y de su identidad.
El Papa Pío XII, en 1948, declaró oficialmente a la Virgen del Pilar patrona de la Hispanidad, reconociendo en ella el lazo espiritual que une a las naciones hispanas con María, la madre de Cristo y de la Iglesia.
Otros santos y beatos conmemorados el 12 de octubre
- San Edisto, mártir, cristiano romano del siglo I, que entregó su vida por confesar la fe durante las persecuciones del Imperio.
- San Serafín de Montegranaro, religioso capuchino del siglo XVI, conocido por su humildad, su espíritu de servicio y su vida de oración sencilla y profunda.
- Beato Carlo Acutis, joven laico italiano que ofreció su corta vida a Dios con alegría y amor a la Eucaristía. Falleció en 2006 y es recordado como “el ciberapóstol de la fe”, por su testimonio de santidad en el mundo digital.


