La polémica sobre las grabaciones de las que fue objeto el presidente de la Unión de Hermandades, realizadas y difundidas sin su consentimiento, se pretende cerrar con una carta que el propio José Manuel García Cordero ha remitido a los hermanos mayores. El escrito señala que se tratan de unos audios privados de WhatsApp enviados por él "en los que quedan fuera de contexto ciertas expresiones pronunciadas en un ámbito coloquial”.
En la misiva, expresa "su más profundo malestar por estas filtraciones, pidiendo al mismo tiempo sincero perdón a todos los que hayan podido sentirse ofendidos con esta situación, así como a nuestro obispo diocesano, monseñor José Rico Pavés y todo el conjunto de la Iglesia de Asidonia”.
El presidente reconoce como “nada afortunadas las expresiones vertidas en estos audios aún pronunciadas en un contexto de familiaridad y cercanía”, que no tiene nada que ver, según expresa, con “el sentido de amistad y respeto que le une a los hermanos mayores de las cofradías de la ciudad” y reconoce a estos que llevan a cabo “una impagable labor en sus respectivas corporaciones”.
Finalmente, lamenta que “estas acciones sigan formando parte de ciertos procederes”, aludiendo a una posible acción contra él y su Consejo usando métodos presuntamente ilegales. Así, advierte que todo este asunto está en manos del gabinete jurídico del Consejo para “el posible ejercicio de las acciones legales correspondientes”.
La reacción más explícita cuando se despertó esta polémica, al margen de los obligados comentarios en los corrillos cofrades, fue la del hermano mayor de La Cena, Manuel Muñoz Natera, que remitió un mensaje en el que pedía una rectificación y su dimisión si no la hace: "Con gran sorpresa recibo estos audios. Para el presidente de la Unión de Hermandades, el Pleno de Hermanos Mayores somos unos subnormales. Espero que el presidente, rectifique y pida disculpas públicamente”, decía en su mensaje.



