Víctimas

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Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

Este domingo Hermann Tertsch fue TT en twitter por arremeter contra el eurodiputado de IU Javier Couso, hermano del periodista asesinado impunemente en la Guerra de Irak, al que además de decirle que daba asco, acusó de tener una industria montada en torno a su ser querido. Estos exabruptos no son nada aislados en la trayectoria de este periodista, pero tampoco creo que esta actitud sea exclusiva de dicho personaje, ya que me vino a recordar algo que tenía muy presente estos días al acercarse la fecha del aniversario de la proclamación de la II República y es que en este país solo se pueden reivindicar las víctimas que a la derecha o extrema derecha no les moleste, incordie o escueza.

Durante años se han homenajeado a las víctimas de la barbarie etarra y salvo los de ese mundillo, todos nos hemos solidarizado con su dolor. ¿Quién no se acuerda con rabia del asesinato de Miguel Ángel Blanco? Pero si uno echa la vista atrás en el tiempo observa como víctimas de accidentes mortales negligentes son condenadas al olvido y otras como en el caso del 11-M se vierte una rabia hacia Pilar Manjón muy difícil de digerir. Pueden estar prácticamente seguros de que si el atentado lo llegan a realizar los etarras, tendríamos un monumento al 11-M casi en cada ciudad.

¿Y qué decir de los miles de compatriotas que están enterrados en cunetas y cuyos familiares esperan encontrarlos y darles digna sepultura? ¿Eso es remover el pasado? Hasta la ONU apremia a España a cumplir con sus obligaciones en esta materia ¿Tanto escuece hasta el punto de que se llega a decir que solo se habían acordado de sus familiares cuando ha habido subvenciones?

No vendría mal un poco más de empatía por parte de los que dicen estar “siempre con las víctimas”. Vale que de ellas poco rédito político podrían sacar, pero aparte de cumplir con su obligación como gobernantes, demostrarían grandeza.

Aunque quizás tampoco estaría mal que además de pedirles a ellos algo de empatía, a otros no les vendría mal algo más de valentía.

¡Salud y República!

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