Silbato para perros

Yo no quiero ser extranjero en mi propio país, España me pertenece como a cualquier otro, pero no quiero pasar por tonto comiéndome el silbato para perros

José María Aznar y Alberto Núñez Feijóo, antiguo y actual líder del PP.
José María Aznar y Alberto Núñez Feijóo, antiguo y actual líder del PP.

El concepto “silbato para perros”, cuando hablamos de política, se refiere a una herramienta de comunicación que hace alusión a la forma en la que se utilizan esos pitos para perros, normalmente de pastoreo, los cuales emiten la señal o pitido en una frecuencia que no está en el rango que permita su audición por parte de los humanos, pero sí para esos perros pastores. En realidad, cada especie animal tiene un espectro distinto para su audición, pero en el mundo de la comunicación política se utiliza ese término cuando se envían mensajes que están dirigidos a un grupo muy determinado que sí conoce los códigos de los mismos. Se trata de comunicar con unas personas y no con todas, pues solo un grupo de la audiencia puede entender de manera absolutamente correcta lo que quiere decir ese mensaje camuflado. Es una especie de contraseña para actuar. Funciona, en estos casos como un condicionamiento clásico (lo de Paulov y el perrito).

Hace unos días, dentro del debate sobre la procedencia de una futura ley para amnistiar a las personas investigadas o condenadas como consecuencia del llamado procés catalán, el expresidente Aznar, en una de sus filípicas contra el Gobierno, pidió expresamente que, conforme a la posibilidad de que se produjese un acuerdo que consolidase la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, su propuesta era que "el que pueda hacer, que haga", trufando el discurso con elementos apocalípticos y con el estilo típico de matón. Pero, sobre todo, vamos a quedarnos con esa frase y sus consecuencias.

El silbato para perros funcionó. Inmediatamente, salieron a la calle los elementos ultras que, ante el mensaje del patrón, no dudaron en utilizar toda la parafernalia fascista y neonazi ante sedes del PSOE: banderas preconstitucionales, canturreo del Cara al sol, lemas contra el rey Felipe, petición de paredón para Pedro Sánchez, intimidación a la Policía. También funcionó el silbato para perros en el Consejo General del Poder Judicial, sí, esos que llevan incumpliendo la Constitución desde hace varios años y que permanecen como okupas, sacando un comunicado contra una ley que aún no conocen, saltándose a la torera, una vez más, las propias normas del Consejo al que dicen representar. No han faltado a la cita del pitido canino algunos guardias civiles ultras, por supuesto tampoco muchos medios de comunicación y hasta los obispos, a los cuales les ha venido esta perruna indicación como agua de mayo para evitar que se siga hablando de sus actividades de encubrimiento de los miles de casos de pederastia en esa institución.

Así están las cosas y, sin embargo, yo creo que, a los dueños del silbato, les da igual la amnistía, o por lo menos no es lo fundamental, ya que en manos de ellos está el impedirla, ofreciendo sus votos en la investidura, cortocircuitando que los Puigdemont boys sigan con el raca raca. Pienso que, tal y como ha ocurrido en otros momentos de nuestra democracia, todo es una manera de intentar deslegitimar cualquier Gobierno que no sea el de ellos: dicen defender la democracia actuando contra ella. Así lo creo, y no voy demasiado descaminado después de hablar con algunos líderes de la derecha de por aquí. Los titulares en prensa, las algaradas de fascistas y las llamadas a la rebelión, no son nuevas. Y así vamos, rompiendo España desde hace más de 40 años y no hay manera. 

Yo soy español y por eso me asusta y me da muchísimo coraje que cuando estas calamidades gritan "viva España" no están pensando ni en mí, ni en gente como yo, los que pensamos diferentes, los que creemos que España es un país para disfrutar, y no nos merecemos que cada vez que algún asilvestrado con acento marcado diga "viva España" En realidad me está dando un guantazo, porque para ellos la España verdadera es la de ellos, los demás les sobramos más allá de ser sumisos y funcionar como animales de compañía de la gente “bien”. Curiosa defensa de la Constitución gritando "viva Franco" y con cánticos racistas, homófobos.

Es muy difícil soportar que Ayuso hable de que en este país hay una dictadura cuando ella misma niega la libertad para, por ejemplo, las personas LGTBI a las cuales considera enfermos y propulsores de una moda, y lo dice quién en plena pandemia daba órdenes de no ingresar en hospitales a los ancianos que agonizaban en las residencias. Yo no quiero ser extranjero en mi propio país, España me pertenece como a cualquier otro, pero no quiero pasar por tonto comiéndome el silbato para perros que solo lo utilizan para dividir, solo para beneficio de no sé qué privilegios. Nunca lo utilizaron para ir a una manifestación contra la guerra, ni para pedir salarios dignos, ni en defensa de la sanidad pública… no, para ellos esas cosas no tienen importancia en su burbuja de felicidad. Y mientras, siguen con sus silbatos, acudiendo perrunamente a la llamada de los que todo lo tienen, menos vergüenza.

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