Lennon y Yoko Ono, en una imagen de archivo.
Lennon y Yoko Ono, en una imagen de archivo.

El título no es otra cosa que la canción que con ese nombre compuso para el álbum Double Fantasy John Lennon meses antes de ser asesinado. Una preciosa canción del genio de Liverpool. Ese título me sirve para introducir brevemente la experiencia emocional de la reinvención y la capacidad de, como si fuéramos un portátil, resetearnos (de hecho, mi viejo portátil en el que estoy escribiendo este artículo, necesita continuamente un reseteo y volver a empezar).

Cuando hablamos de reinventarse o tener la capacidad de corregir errores no es convertirse en alguien distinto a lo que se es, más al contrario, se trata de poner encima de la mesa, sacar desde dentro de nosotros mismos, nuestro verdadero yo. En esa actitud es donde anidan las nuevas posibilidades y la capacidad de transformar nuestras vidas en una nueva experiencia de tranquilidad, ilusión y confianza. Reinventarse no es como quién sale de excursión a descubrir nuevos senderos ignotos, nuevos parajes a los que admirar, reinventarse sería esa capacidad de con nuestros mismos sentidos, con nuestros mismos ojos, ver aquello que antes no advertíamos o nos aparecía como difuso o trémulo. La experiencia del día a día, la determinación a conseguir el verdadero e incontestable objetivo del ser humano que es la felicidad, nos otorga el acto volitivo de creer en lo que no creíamos y sentir lo que antes no sentíamos. Esa nueva mirada nos permitirá alcanzar aquello que antes ni soñábamos e incluso desdeñábamos. Vemos lo que antes vimos pero con otra mirada.

La reinvención casi siempre, eso dicen algunos estudiosos, suele acontecer por sensaciones negativas como La tristeza, la cual tiene unas fases por las que ineludiblemente tenemos que pasar: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Ojo, no confundir aceptación con resignación. La resignación es un estado pasivo mientras que la aceptación es activa y nos permite avanzar. Es en ese momento, si el cambio tiene que venir por una situación de tristeza (duelo, separación, situación traumática...) o desgracia, cuando la aceptación viene acompañada de una nueva mirada con la que enfrentar el mundo, como dice Proust "ver tierras viejas con nuevos ojos".

La duda, el miedo al futuro, el temor a equivocarse es lógico y normal, pero igual de normal que esos estados mentales también lo es la capacidad de hacer nuevas y sorprendentes lecturas de lo vivido y surge a veces silenciosamente, otras de manera explosiva la respuesta nueva a los problemas viejos, surge de nuevo la chispa que creíamos extinguida y el motor vuelve a empezar a funcionar (just like starting over). Y ese volver a empezar se torna una experiencia distinta  pero precisamente por nacer de una antigua experiencia se torna más rica e intensa. Hay refranes a favor y en contra de toda esta argumentación desde el "segundas partes nunca fueron buenas" hasta uno de mis preferidos, que no es un refrán sino una cita del insigne Heráclito "nunca te bañaras dos veces en el mismo río porque corren aguas nuevas". y efectivamente cada volver a empezar es bañarse en aguas nuevas. Si para Parménides el Ser es inmutable y para Heráclito "todo fluye" podemos concluir que la experiencia de la reinvención es todo un "como si" y por tanto un subjuntivo que expresa intención emocional.

Descubrir sensaciones que no teníamos antes, como cuando escuchamos una canción de un grupo que nos gusta las primeras veces que la escuchamos a pesar de ponerle toda nuestra intención, pues para ello es uno de nuestros grupos preferidos, sin embargo no nos llena, no termina de gustarnos pero poco a poco vamos encontrando esos acordes, esas melodías que al final, en esa segunda lectura o audición mejor dicho, termina por gustarnos. Es el mismo grupo, la misma canción. Seguro pero ahora la hemos escuchado con oídos nuevos y hemos descubierto cosas que antes no nos llegaban y han despertado en nosotros nuevas sensaciones. El Ser de Parménides y el Río de Heráclito. Así que, amigos y amigas pongámonos como tarea la de ser capaces de reinventarnos, de reiniciarnos. Hoy es domingo, hay elecciones, una buena manera de reinventarse es empoderarse, por eso puede venir a cuento que os diga que votar es muy saludable.

Por cierto, si no conoces la canción del título, no dejes de buscarla y escucharla. El Just like starting over de Lennon en un día como hoy viene bien, y si no te llena, escúchala otra vez, óyela con los oídos del corazón.

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