Es difícil hacer un pronóstico sobre si la legislatura irá a término cumpliendo los plazos ordinarios, es decir, si durará hasta 2027, o si por el contrario, las turbulencias propiciarán un adelanto de las elecciones generales a finales de este año o a lo largo de 206. Posiblemente, ni siquiera el propio Presidente del Gobierno, que es quien tiene la competencia para disolver las Cortes y, por consiguiente, convocar comicios, las tenga todas consigo en cuanto a lo que vaya a pasar. Sus intenciones son claras y han sido verbalizadas claramente por él mismo, así como que sus acciones son las de una persona determinada a cumplir con su objetivo de agotar los plazos legales.
No obstante, es verdad que la inestabilidad es grande, la incertidumbre es tremenda, pero si nos atenemos a la biografía política de Pedro Sánchez y cómo ha ido gestionando –y sorteando con inaudita solvencia– los momentos de crisis y dificultad, ni es descabellado, ni extraño, que lo consiga. Su manual de resistencia es posible que escriba un nuevo capítulo, el más extremo, el más heroico.
¿Qué puede ocurrir? ¿Qué podemos hacer los ciudadanos mientras asistimos a estos movimientos sísmicos que tan alterados nos tienen? Si llegara un extraterrestre a nuestro país y se quisiera poner al día de lo que ocurre, es probable que decidiera volverse a casa rápidamente o, como decían Asterix y Obélix «están locos estos romanos», en este caso estos españoles.
Pero imaginémoslo que el extraterrestre no se conforma con lo que se respira en el ambiente, que no se conforma con leer la prensa, o ver los informativos, escuchar la radio, y no acepta como verdad inmutable lo que los taxistas le cuentan o lo que escucha en la barra del bar. Nuestro extraterrestre, muy ordenado, empirista y científico profundizaría en los datos de la realidad, entonces ante lo que le contara algún tertuliano de barra, algún abogado con toga desgastada por la polilla o, en definitiva, cualquiera que le hiciera el discurso tipo Iker Jiménez –por poner a un comunicador de bulos de indudable seguimiento por mucha gente en este país– nuestro amigo el Alien podría preguntar como preguntaba y respondían en la película “La vida de Brian”: ¿está la economía mejor que hace 8 años? Sí, los datos dicen que no solo está mejor sino que es la que mejor está en Europa... Vale, vale, aparte de eso ¿Que me dices del empleo? Pues se crea más empleo que nunca, más empleo estable, gracias a la Reforma del Mercado Laboral, que nunca. Nunca trabajaron en España los casi 22 millones de personas que hoy lo hacen. Pero... ¿Y los salarios? Pues están en continuo ascenso, hay que recordar que hace 8 años el salario mínimo era de poco más de 700 euros, hoy sobrepasa los 1.180 euros. ¿Y los jóvenes sin futuro? Tenemos las tasas de desempleo juvenil más baja de hace 20 años, las becas han subido exponencialmente, se ha multiplicado el presupuesto para ciencia e innovación.
El extraterrestre decide tomarse la molestia de intentar informar a los ciudadanos de que España está bastante mejor de lo que creen los propios españoles, cosa que confirma estudiando los datos de los países de nuestro entorno, incluso augura una continuidad en los buenos datos de nuestro estado del bienestar gracias a la negativa del gobierno a aplicar gastos en defensa por una cantidad del 5% de nuestro PIB que caprichosamente nos exigía Trump y su chiquillo Rutte.
Nuestro extraterrestre, no obstante, trata de comprender que si hay muchas críticas por parte de un importante número de ciudadanos será por algo, y cree que será porque en lo que se denomina la oposición tienen un programa que haga crecer más la economía, subir más los salarios, aumentar las pensiones, ampliar la lucha contra el cambio climático, proteger a las minorías más vulnerables, apoyar la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, erradicar la pobreza, hacer una reforma fiscal solidaria, fortalecer la sanidad, proteger la enseñanza pública como obligación de cualquier gobierno, aumentar las becas, potenciar el marco europeo.
Pero el extraterrestre no consigue esas respuestas, más al contrario comprueba que los llamados oposición –la derecha y extrema derecha, con el apoyo inestimable de personas que no han hecho la tarea de comprobación realizada por el extraterrestre– persiguen congelar las pensiones, congelar las subidas salariales a los que menos cobran, reducir impuestos a los ricos y aumentarlos a los menos pudientes, potenciar los seguros de salud privado al estilo estadounidense, reducir las becas, dedicar el 5% del presupuesto a defensa y por tanto provocar un recorte en sanidad, educación, servicios, pensiones.... para tener contento al “amigo americano”, eliminar la agenda 2030 que tenía acciones contra el cambio climático, contra el hambre, contra la desigualdad.
Nuestro extraterrestre lo tiene claro, todo parece una obra de teatro en la que los actores son tan buenos que han convencido a buena parte del público que lo que dicen es verdad. El extraterrestre aún cree que es posible que las cosas se puedan explicar, incluso a mí, que aunque no dejo de ver la obra de teatro, no dejo de saber que es una obra de teatro, la verdad no es que esté oculta, es que no está de moda, se prefiere ser un fachapobre con tal de poder tener razón o parecerlo.
