José, vaya tela la que ha montao el gachó ese de Madrí que secuestraba a las niñas y se las llevaba a su casa / A ése le van a llover palos en la cárcel de colores..., y yo que me alegro / No te digo que no..., pero que también hay mucho animal suelto por ahí y no pasa / Explícate Manué que tus cavilaciones a mí me ponen los pelos de punta / Lo que se me viene a la cabeza cuando veo esta clase de noticias, comparito, fue el viajecito que hicimos a Kuala Lumpur con la compañía / ¿Qué tiene que ver con esto? / Pues José... No sé si te diste cuenta, porque a ti los porros te ponen loco perdío, pero a mí no se me va ni una / ¡Qué porros ni porras! ¡Sólo una calaíta al día! / Lo que sea..., pero lo de aquel vuelo de Frankfurt a Tailandia no era normá por muy bien que me vendan el cuento; ese avión cargao de viejos y de niñatos más calientes que el hocico de un dragón / Ojú sí, sí que me acuerdo..., ya empiezo a entendé por donde van a ir los tiros. Recuerdo que flipábamos porque no iba ninguna mujer; sólo nuestra Carmencita con una cara de susto queella se queda.

A mí, pichita mía, me tocó estar sentao entre un catalán y un alemán; el catalán, que no tendría más de veinticinco tacos, me decía que era la tercera vez que iba a Tailandia en cuatro años y el otro, gordo como un barril y con dos molletes de Utrera en la cara, loco por meterse en la conversación / Yo me quedé dormío / Yo también, porque vaya paliza la de aquel viajecito, pero tú sabes que me gusta darle a la sin hueso y al rato, a medio camino, me puse a charlar con el de Barcelona / ¿De qué? / ¿No te lo conté? Después de tirarse un buen rato hablando me confesó que cada día, en Tailandia, se tiraba, como media, a tres muchachas..., y por de dinero / Me cago en lo que se menea / Sí, a éste se le meneaba mucho por lo visto porque el gachó no paraba; me soltó que unos días tres chavalas, otros cinco..., unas veces al lao de sus amigos y otras veces según la borrachera / Yo si consigo terminar uno con mi mujé, comparito mío, me pone hasta una medalla / Pero ahí no quedó la cosa..., el alemán, que por lo visto veraneaba en Benidorm, se metió por medio y nos contó, sin cortarse un pelo, que le gustaba cogerse a las más pequeñitas porque decía, el cabrón, que solían ser más dóciles / Mala carrá de puñalá le den / Dos meses dijo que se iba a tirá el animal en Tailandia..., y eso que ya no aguanto más, porque tenía por entonces a mi María pequeñita, y los mandé al carajo, a los dos, como suena.

¿Y qué te dijeron compare? / Pues el de Barcelona me dijo algo en catalán y se fue pá trás y el alemán me dijo algo en alemán, lo vi meterse en el servicio y ahí se quedaría metío porque ya no me lo crucé más / ¡Qué fatiga más grande! No sé cómo aguantaste y no se formó el lío / No se armó porque a la media hora aterrizó el avión y se quedó vacío, ¿recuerdas? / Ah sí..., el mundo se bajó y la compañía, solita, en aquel avión tan grande Malasia..., y luego que no arrancaba el avión / Y Carmen llamó al representante decirle que comprara billetes de tren..., que ella se movía con sus artistas de Bangkog a Kuala Lumpur..., pero que nanai de aviones / ¡Qué arte y qué miedo tiene Carmen a los aviones! / Miedo el que me da el ser humano y asco el del Estado que deja hacer esto; que la gente vaya a un país destrozarlo y cargarse generaciones enteras de niñas y niños / ¿Todavía sigues con eso Manué? No te va a hacer ningún bien / ¿Qué quieres compare? Así me ha parío mi mare y así voy a morirme...

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