Juan Espadas, en un acto de campaña.
Juan Espadas, en un acto de campaña.

Voy a ignorar quizá uno de los mejores consejos que me han dado en la vida y que me han repetido varias veces, que no escriba sobre cuestiones internas del partido. No veo nada mejor de lo que escribir. Además, la opacidad y la falta de información suelen repeler más que cualquier trapo medio sucio. Con esto y suprimiendo todo término o símil bélico para no caldear los ánimos, aquí va mi análisis del estado de las primarias del PSOE-A. 

Dentro de dos semanas mal contadas se votará por primera vez. Si bien tanto Susana Díaz como Juan Espadas actúan como si fuese a decidirse todo en la primera vuelta, no veo tan claro que un candidato consiga el día 13 la mitad más uno. Aunque la creencia general es que la presencia de Luis Ángel Hierro perjudica solo a Juan por el trasvase de votos que pueda haber, también perjudica a Susana, ya que moviliza a un perfil concreto de militante reacio a votar a Espadas. Por lo tanto, el número de votantes aumenta y el 50+1 se aleja de Susana.

Esta extraña situación de primarias a tres ha dado pie a una rica rumorología. Hay quien piensa que Luis Ángel Hierro tiene un pacto con Susana y que viene enviado por ella, al igual que hay quien especula que a Espadas lo eligió como oponente la propia Susana. Sin embargo, ambas creencias no pueden estar más alejadas de la realidad. Ambos candidatos y sus equipos cuentan con un serio historial de roces con la dirección de Susana, ya sea a partir de 2017 o a partir de diciembre de 2018, que hace imposible que pueda ser así.

Los rumores más polémicos tratan de la recogida de avales. Se dice que la propia Susana mandó a un número suficiente de seguidores suyos a que avalaran a Hierro para asegurar que Espadas tuviera competencia. Si bien Luis Ángel Hierro consiguió y presentó 986 avales por su propio pie, suficientes para concurrir a las primarias, luego obtuvo telemáticamente otros 700. Sin embargo, por temas de protección de datos y más cuestiones, sería imposible saber hasta qué punto se cumple esta teoría.

En cualquier caso, durante estas últimas semanas se ha evidenciado que el proceso de avales es más que dañino, no solo por los rumores que crea, sino por la dinámica que sigue. Se da la situación de que todos los secundarios compiten a ver quien entrega más avales en una demostración de fuerza para que se les tenga en cuenta a la hora de formar gobierno. Así es como, a ojo según he visto, se han podido recoger 5 o 6 veces el máximo de avales permitidos, aunque finalmente se entregase justo el 4% reglamentario.

Volviendo al domingo de la semana que viene, según se dice, es probable que los números sean aproximadamente el 33% para Susana, 47% para Espadas y 20% para Hierro. Si esto se cumple y hay segunda vuelta, la opción más interesante sería una negociación entre Espadas y Hierro, aportando lo mejor de cada candidatura: el consenso, armonía y la apuesta por el municipalismo de Espadas, con el andalucismo y la pureza ideológica de Hierro. El resultado sería el PSOE-A más fuerte que jamás se haya pensado.

Descarto por completo que Susana Díaz tenga alguna oportunidad. Quiere aparentar que tiene la mayoría, pero es una imagen que se desmorona por si sola. Sin ir más lejos, la semana anterior canceló dos actos en Jaén porque no se esperaba que fuera nadie, y algún otro por amenaza de escrache, aunque la justificación oficial fuera una supuesta bajada de tensión en el suministro eléctrico de la zona. 

Sin embargo, existe cierto terror psicológico derivado del voto que puedan tener los pueblos medianos, aquellos que alguna vez consiguieron una buena posición en su Diputación gracias al aparato y que lo lógico sería que ahora devolvieran ese favor. Es la mejor carta que tiene Susana para aparentar mayoría, pero no deja de ser una cortina de humo. Para empezar, las fotos y videos de sus actos demuestran que no tiene el tirón de antes. Y, en segundo lugar, no sería la primera vez que la reciben con los brazos abiertos y según se va la traicionan.

Por último, merece la pena comentar el discurso de Susana porque es pura comedia. Primero, le ha copiado los argumentos a Teresa Rodríguez. Si esta última decía que no quería ser la filial andaluza de Podemos, Susana va diciendo ahora lo mismo de Ferraz. Para algunos, lo más chocante es que haya dicho que no quiere palmeros, algo que prefiero no comentar. Para mi la guinda está en que también quiera utilizar la palabra cambio, y que vaya diciendo por ahí que todo va a cambiar. No comprendo como puede decir eso con el mismo equipo y las mismas políticas de siempre. Me recuerda a cuando en plena ruptura tu expareja te promete que va a cambiar, situación en la que lo más bonito que puedes decir es adiós.

 

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