Tras la Navidad, las obras

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08 de mayo de 2018 a las 10:02h

Se acabó la Navidad. Qué alivio, sobre todo para esa especie de héroes en que nos vamos convirtiendo los que nos gusta vivir en el centro.

Se acabó la Navidad. Qué alivio, sobre todo para esa especie de héroes —hay que decirlo ya— en que nos vamos convirtiendo los que nos gusta vivir en el centro, aunque cada vez sepamos menos por qué. Afortunadamente, tras las aglomeraciones, ahora vienen varios meses de aburrimiento en el barrio (la Semana Santa cae tarde). Qué le vamos a hacer… No obstante el gobierno municipal tiene preparadas varias novedades para la gente habitual del centro, como es la anunciada reparación y remodelación de la calzada en las Angustias, Corredera y Esteve, dicho así, en un orden que coincide con el sentido del tráfico. Con estas obras solo se puede mejorar, desde luego, ya que hay que recordar a los ciudadanos que, con buen criterio en general, se mantienen alejados de la zona, que los baches y desniveles de estas vías empedradas se pueden calificar como… como épicos, por buscar un único adjetivo pero suficientemente rotundo. La amortiguación de los coches sufre, claro, pero son en realidad los peatones los que sufren cada dos por tres esguinces de tobillo que… en fin, no les voy a contar, por no hablar de los días de lluvia, en los que andar por las aceras se convierte en una invocación a recibir una ducha a destiempo por parte, precisamente, de los coches cuando pasan sobre los baches repletos de agua…

En los distintos medios de comunicación de Jerez solo he leído referencias a que las obras, por valor de 600.000 euros, se van a llevar a cabo en Angustias, Corredera y Esteve; afortunadamente no dicen nada del eje Santa María-Cerrón, que probablemente es el que se encuentra en peor estado (desde el punto de vista de este cronista peatón), por lo que los habitantes, trabajadores y visitantes del centro podremos seguir disfrutando los días de lluvia de estas dos calles temáticas del agua, de la ducha y el empapao, agua que ayudará a que evitemos el aburrimiento de estos meses que se nos vienen encima hasta que lleguen los habitantes de la Semana Santa. Así, indebidamente refrescados, nos mantendremos vivitos y coleando en lo que, por supuesto, mostramos el dedo índice al conductor cafre que ha tenido a bien empaparnos…