Tras muchos años de censuras y ediciones demasiado políticamente correctas, este mes salen por fin los 'Diarios completos' de Sylvia Plath.
Tras muchos años de censuras y ediciones demasiado políticamente correctas, este mes salen por fin los Diarios completos de Sylvia Plath, publicados por Alba. Sus lectores españoles llevaban años esperándolo o resignándose a leerlo pacientemente en inglés.
Fue una estudiante brillante, merecedora de la prestigiosa beca Fulbright para estudiar en Cambridge, y una gran escritora. Es una pena que sólo escribiese una novela, pues La campana de cristal es una obra maravillosa y muy original. Sin embargo, fue en poesía donde destacó, convirtiéndose en una de las grandes figuras de la poesía de confesión, la poesía que sale de las entrañas, en la que ella volcó todas sus inseguridades, su miedo a ser una mujer ordinaria más y a la vez su obsesión por encontrar el amor.
Por eso son tan celebrados sus diarios (aparte de por el componente morboso que tienen, después de tanta censura, tanto recorte, tanta pelea entre sus herederos); porque son claves para entender a la mujer que escribió esos versos tan crudos.
La fascinación que ejerce la figura de Sylvia Plath de un tiempo a esta parte responde a una necesidad que tenemos, cada vez mayor, de conocer los entresijos de la vida de nuestros mitos, y también al encantamiento que tiene sobre nosotros la figura del escritor maldito. Parece que tiene más valor la obra de un escritor si éste estaba atormentado, alcoholizado o destrozado por la muerte de alguien, por ejemplo. El mito de que el artista feliz no crea nada valioso.
Con esto no quiero decir que la obra de Sylvia Plath sólo sea buena porque ella era desgraciada; ni mucho menos. Pero sí que tenemos una tendencia a glorificar y a ensalzar lo desgraciado, lo marginal y lo sufrido. Quizá porque durante años las enfermedades mentales, la depresión, etc, han sido tabú, y como tal ellos tuvieron que canalizar todo eso a través de su obra; tal vez porque pensemos que sólo de ahí puede salir algo bueno.
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