Sumar y la conjetura de Collatz

Sumar será una nueva versión de IU, con el PC de nuevo como sujeto político doblemente camuflado, o por el contrario disuelve a todos los coaligados en un nuevo sujeto cooperativo

Yolanda Díaz durante la presentación de Sumar.
Yolanda Díaz durante la presentación de Sumar.

En matemáticas una conjetura es una proposición que no ha sido ni demostrada ni refutada. Cuando una conjetura es demostrada pasa a ser un teorema. Demostrar es aplicar reglas o axiomas consistentes a partir de los cuales cualquier deducción tiene que ser necesariamente verdadera o falsa.

En esta fase es en la que se encuentra la llamada conjetura de Collack que consiste en afirmar que cualquier número natural entero positivo acaba siempre reducido a 1 si se aplica iteración de dos reglas: para los pares se divide por dos, para los impares se multiplica por 3 y se le suma 1.  Si nos encontramos con 8, obtenemos 4, 2 y finalmente 1. Si nos encontramos con 5  la serie será 16, 8, 4 , 2 y fatalmente 1.

Todavía no se ha encontrado un solo número natural entero  positivo que  aplicándole estas dos reglas no termine finalmente en 1. ¿Por qué? No sabemos las reglas o axiomas, por eso sigue siendo una conjetura, en que se fundamenta esta regresión. Ha habido muchos intentos de explicar teóricamente la conjetura pero todos hasta el momento fallidos. Uno de estos intentos teóricos insatisfactorio, reduce la clase de los números naturales enteros positivos a un solo miembro: el uno. De tal forma que cualquier número entero positivo no sería sino una combinación derivada de la unidad. Una explicación tan simple que resulta trivial y no explica nada.  Otras explicaciones, no menos banales, han visto en la conjetura una simple consecuencia casual de la aplicación de las reglas arbitrarias de desconstrucción (dividir en los pares y multiplicar y sumar en los impares). 

La idea de la conjetura de Collazt me pareció una analogía sugerente, aunque algo tosca,  con el problema de las alianzas o coaliciones políticas que tan frecuente son en la izquierda española desde la fundación de Izquierda Unida y ahora con Unidas Podemos. La fragmentación que conduce a la plurinacionalidad española quiere ser resuelta por medio del recurso a la unidad electoral habida cuenta de que la circunscripción provincial castiga a las minorías. Al final de la necesaria unidad dentro de la pluralidad todo queda reducido a un solo actor político dominante en la órbita partidista.

Esta reductio ab unum puede realizarse con el control y dominio de uno de los actores en coalición, como era el caso del PCE en IU, o la conversión de la coalición en un solo sujeto político, cargado de toda la diversidad y pluralismo que se quiera. Ningún proyecto de transformación duradero y estructural será factible sin alguna de esas dos formas de unidad. La primera por medio del domino, la del PCE en IU; la segunda por medio de una estructura cooperativa de ejercicio del poder interno para lo cual hay que superar la coalición y la diversidad partidaria de los micro proyectos políticos.

Sumar será una nueva versión de IU, con el PC de nuevo como sujeto político doblemente camuflado, o por el contrario disuelve a todos los coaligados en un nuevo sujeto cooperativo. El problema no es la unidad como suma aritmética de actores periclitados sino la misma constitución del nuevo sujeto político.  No hay más opciones. O repetimos la historia de IU o avanzamos en lo que la hipótesis de Podemos planteaba originalmente: un nuevo sujeto político transversal y popular que reconquiste  para la izquierda los famosos  “significantes vacíos”, de Lacan a Laclau, que dividen a las clases populares en guerras culturales. La hipótesis Podemos sigue teniendo más validez aún que en el 2014 aunque sus herederos orgánicos estén ya atrapados por  la trampa de la polarización identitaria.

Como en la conjetura de Collatz la cuestión no reside en las operaciones numéricas, encontrar un número que finalmente no devenga en uno, sino en el sentido y el fundamento de las operaciones aritméticas que terminan en la unidad. Sumar será unitaria y cooperativa o será solo un apaño momentáneo para salir del paso mientras que amaina la tormenta conservadora.

 

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