Finalmente queda preguntarse, si España será como Sócrates… ¿tomará la cicuta con tal de no retractarse de su posición? Porque esta situación parece estar enconándose cada vez más…
Sé que algunos ya estarían esperando para hoy la segunda parte del artículo anterior —que adelanto, será Filosofía vs. Ciencia, en honor a los cientificistas—, pero los acontecimientos han dado un pequeño giro y es necesario adaptarse a ellos porque, la independencia de Cataluña y el punto de vista aportado de Adela Cortina es un tema muy jugoso, al que no me he podido resistir. Pero lo que sí es especialmente jugoso, son las preguntas realizadas por Juan de la Huerga, en este artículo del Diario de Jerez, en concreto la que alude a la independencia de Cataluña.
Soy consciente de que en el artículo anterior dijimos numerosas aportaciones que la filosofía hizo a la sociedad que conocemos actualmente, entre ellas muy destacable, la democracia. Sí, la democracia tuvo su origen en la Antigua Grecia. Allí fueron las primeras asambleas, la idea de “lo político”, del hombre en sociedad, etcétera, de Aristóteles y demás. Pero la democracia que había por aquel entonces era muy diferente a lo que es hoy realmente. En realidad, jamás habríamos llamado democracia —tomando de base nuestros principios actuales— a aquello. Por supuesto que todo tiene una base histórica y las primeras concepciones de estos personajes ilustres influyen en nuestro presente. Seguramente sin los principios de Sócrates, Platón y Aristóteles nuestra sociedad sería muy distinta —o quizá no, porque otras sociedades antiguas gozaban incluso de mayor igualdad entre hombres y mujeres y entre clases sociales, como la egipcia, mientras que los griegos eran misóginos, apoyaban el esclavismo y además eran racistas—. No se trata de descartar todo lo que los filósofos clásicos nos aportaron, pero sí habría que recordar que la filosofía enseña a ser críticos, incluso para con ella misma.
Querer basarse en la concepción de Sócrates —o cualquiera de los clásicos— para responder la cuestión de la independencia de Cataluña es sacar las cosas de contexto y me atrevería a decir, utilizar un poco la demagogia. No todo lo que decían estos filósofos era correcto. La filosofía no es una disciplina perfecta, ya lo dijimos. No es un dogma que hay que seguir al pie de la letra y aplicar indistintamente a todas las situaciones. No es una religión. No es una ley científica que demuestra un hecho tajantemente, nos guste o no. La filosofía más bien nos permite tomar una solución adecuada a cada circunstancia. Debemos tomar lo que se adecue a la problemática concreta que estemos tratando y no utilizar los argumentos por conveniencia. Eso es propio de los sofistas, no de los filósofos.
Los nazis también eran muy patriotas, la nación unida, el pueblo unido
Hay muchísimos filósofos en los que podríamos basarnos para responder esta pregunta. La filosofía no sólo es Sócrates o Platón. Ni siquiera, la filosofía es exclusiva de todos los autores que han participado a lo largo de su historia. Querer resumirla a esto es un craso error. ¿Es que sólo Sócrates y compañía, tenían espíritu crítico? Copiar una cita sacada de contexto, un pensamiento —o lo que sea— sin cuestionárselo no sirve de nada. Es un error pensar que leyendo o aprendiendo los libritos de los filósofos vamos a solucionar el mundo o cambiarlo. Sin embargo, comprender la raíz de por qué esos filósofos pensaban lo que pensaban y cómo eso cambió el rumbo de los acontecimientos, de nuestra forma de articular la política o el pensamiento científico, religioso, moral, etc, eso sí es filosofía. Pero aquí no estamos para hacer demostraciones de esto, más bien será para el próximo artículo.
Para no desviarnos del tema, por supuesto que preguntar qué habría pensado Sócrates de la independencia de Cataluña no está del todo mal, es válido y respetable. ¿Pero qué habría pasado si en vez de Sócrates, hubiéramos pensado en Nietzsche o en cualquier filósofo del Idealismo alemán? Habríamos defendido ese “espíritu” del pueblo, que tanto gustó a los nazis? Los nazis también eran muy patriotas, la nación unida, el pueblo unido. Ni mucho menos quiero tachar de nazi a nadie, que conste. Pero es importante comprender por qué cada país o sociedad elige a sus pensadores. El nazismo eligió a estos porque le convenía. Y España elige a Sócrates.
¿Qué esconde en realidad una pregunta como ésta? ¿No será, que no estamos dispuestos a aceptar que Cataluña tiene derecho a un referéndum por su independencia? Un poco de historia no vendrá mal para refrescar la memoria y comprender las motivaciones subyacentes de las referencias que se han elegido tomar para las decisiones que nos acucian ahora. La época dorada de la Antigua Grecia se marcó por su expansión territorial y su posterior helenismo. A los griegos les encantaba dejar su impronta helenística, porque se consideraban superior a las otras civilizaciones. Es cierto que Sócrates en esto todavía estaba un poco atrás. Con Aristóteles y Alejandro Magno sí tendríamos el mayor auge clásico. Pero no importa, Sócrates, Platón y Aristóteles son sucesivos y son la Santísima Trinidad del pensamiento clásico. Pero no olvidemos que estos filósofos moralistas, también eran misóginos y racistas. Jamás aceptarían la independencia, ni mucho menos valorarían las capacidades ni la individualidad de otros pueblos diferentes al suyo. Siempre hemos pensado que otras civilizaciones eran supersticiosas e inferiores a los antiguos griegos, ¿no es cierto? Pues ya sabemos de dónde vienen esas ideas preconcebidas.
Basarse en estos filósofos es basarse en la concepción que ellos tenían de otras sociedades, es creer que nuestra sociedad y sobretodo, nuestra concepción de cómo debe ser una sociedad es la mejor, o como mínimo, mejor que otras. ¿Creemos entonces que nuestra idea de lo que debe ser España es mejor que la de los independentistas? ¿Creemos que nuestra idea de lo que debe ser Cataluña es mejor que la idea que tienen ellos mismos? Por supuesto que Sócrates no hubiera estado de acuerdo con la independencia, pero preguntar esto es saber qué respuesta esperar, ¿o no? Buscamos una respuesta concreta.
Realmente este no sería el planteamiento correcto. En mi humilde opinión, el planteamiento de base debería de partir desde nuestra historia. Y no hay que irse muy lejos, basta con irse a la Guerra Civil y a los años de dictadura, donde a Cataluña se la bombardeó despiadadamente y luego se le prohibió hasta hablar su lengua. Varios años —incluso después de la dictadura— donde se nos ha estado enseñando en los colegios que el catalán era un dialecto y no una lengua —yo misma he tenido que estudiarlo así—. No se trata de estar a favor o no de la independencia de Cataluña, este artículo no busca eso. Se trata más bien de entender la necesidad que tiene el pueblo catalán de hacer un referéndum oficial. Olvidamos que fue el fascismo el que arrebató la identidad a Cataluña. No sólo con Franco, sino con ayuda de los alemanes e italianos. Cataluña necesita afirmar su identidad, necesita que se le dé ese espacio. Puede que el resultado del referéndum sea un NO a la independencia. Pero tiene el derecho de poder hacer esas votaciones y a que se le reconozca su identidad. Una identidad, una opinión y un sentimiento que se ha estado aplastando por muchos años. No es sólo la independencia lo que se esconde detrás, es el sometimiento del que aún no se han curado.
Pero la transición ha sido un parche más. No ha sido completamente democrática ni elegida por los ciudadanos
Cuando España sea capaz de reconocer esto y dar lugar simplemente, a discutir abierta y francamente este tema, habrá dado un paso significativo en dejar atrás la dictadura fascista de Franco. Habrá enmendado todo el sufrimiento y represión que se ejerció sobre Cataluña. Los catalanes tienen derecho a esto, al igual que los vascos, gallegos y todo el que quiera. Pero esto es un tema tabú en este país… se creen que con la transición ya basta. Pero la transición ha sido un parche más. No ha sido completamente democrática ni elegida por los ciudadanos. Y las decisiones tomadas acerca del referéndum para la independencia de Cataluña tampoco están siéndolo.
No sé qué pensará Adela Cortina sobre la independencia de Cataluña. Aquí no defendemos la independencia, sino el derecho al referéndum. Siendo catedrática en ética, no dudo que considerar el derecho a estas votaciones a los catalanes es lo más ético y lo más justo, tal y como ha ocurrido con Escocia en Reino Unido. ¿Y no ha pasado nada malo, verdad? No sé por qué tanto miedo a los derechos que tanto defienden de igualdad y democracia.
Si de verdad queremos tomar a Sócrates como referencia, tomemos mejor su sentido ético y su necesidad de hacer lo que es justo. Pero apliquemos esto de una forma coherente a nuestra sociedad actual, no seamos demagogos ni sofistas. ¿Es justo, o no es justo, que los catalanes tengan derecho a ese referéndum? ¿Es ético, o no? Finalmente queda preguntarse, si España será como Sócrates… ¿tomará la cicuta con tal de no retractarse de su posición? Porque esta situación parece estar enconándose cada vez más…
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