Más de la mitad de los agricultores andaluces perderán fondos con la nueva PAC, según la Junta.
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Voy a dar mi visión sobre la sostenibilidad del olivar y especialmente como asesor técnico en producción ecológica de más de 30 años en Andalucía y Castilla la Mancha.

Sobre 1987 se inició la experiencia del cultivo ecológico del olivar, en el pueblo de Génave y dentro del ámbito de la Denominación de Origen “Sierra Segura” (Jaén). Uno de los grandes pilares para que se desarrollara este tipo de cultivo, fue participar en el primer programa plurianual (CEE) de investigación y desarrollo tecnológicos basados en biotecnología (ECLAIR), 1988-1993; cuyo objetivo era” examinar si una colaboración más estrecha entre agricultura e industria podía contribuir a aumentar el valor añadido en el sector agroindustrial en conjunto. En los estudios se examinaron la mejora de los productos agrícolas para su exploración comercial por la industria, así como las posibilidades de nuevos insumos (por ejemplo, en el campo de plaguicidas y fertilizantes) en beneficio de la agricultura, teniendo en cuenta de manera sistemática la conservación y protección del medio ambiente.”

En ese programa participaban 5 países europeos y todos los ensayos de campo se realizaban en Génave como el control de la plagas con diferentes tipos de trampas, la sinterización y desarrollo de las feromonas de Prays, Dacus,.. diferentes tipos de manejos de suelos, control de plagas con fauna auxiliar, etc…. Fueron años en el que sus inicios fueron muy duros y mi gran reconocimiento a los agricultores pioneros que aguantaron y tuvieron la visión de futuro para poner las bases del desarrollo del olivar ecológico.

El termino de sostenibilidad que tan de moda está en estos tiempos y que principalmente se puede resumir; en las características del desarrollo actual que asegura las necesidades del presente sin comprometer las generaciones futuras. Por lo tanto, es el desequilibrio que el ser humano ha realizado en la naturaleza con diferentes actuaciones como el uso descontrolado de los abonos químicos desde hace más de un siglo, contaminación de acuíferos, utilización de fungicidas, fitosanitarios y herbicidas, desforestaciones masivas, … y que ahora se quiere ir corrigiendo con una agricultura más “medio ambiental” o ecológica.

La sostenibilidad de una finca ecológica, al igual que cualquier otra; pasa por ser rentable. Lo que me lleva a aclarar la idea tan extendida entre muchos agricultores de que ser “ecológico” es sinónimo de abandono de las fincas y/o cultivos. Lo que sucede es que algunos agricultores, un grupo minoritario, confunden ecología con abandono y crean una mala imagen a los auténticos agricultores ecológicos que suelen ser mucho más profesionales que la media de agricultores, pues aprenden a manejar el suelo y el cultivo de una forma más sostenible, observando la flora y fauna que habita la finca y que ayuda a restablecer el equilibrio natural perdido por la utilización de muchos productos químicos.

Si vemos la definición de agricultura ecológica, ya define claramente gran parte de la sostenibilidad de una forma de cultivo: “Entendemos por agricultura biológica o ecológica a todos aquellos procedimientos agrícolas basados en el uso óptimo de los recursos naturales que ofrece la tierra, sin productos químicos sintéticos, conservando la fertilidad del suelo y respetando el medio ambiente. Se trata pues de un sistema global de gestión de la producción que vela por la salud de los agrosistemas: la diversidad y los ciclos biológicos y la actividad biológica del suelo. Si nos damos cuenta la definición de sostenibilidad y agricultura ecológica, son muy parecidas.

Para un buen manejo y gestión de una finca de olivar ecológico, está en la mentalidad que debe tener un agricultor al ver el olivo como un ser vivo: come, bebe, respira, se reproduce, tiene sus plagas y enfermedades, etc… por lo tanto su manejo debe ser Eco “lógico” y algunas de las actuaciones que deberíamos hacer para que un olivar ecológico sea sostenible, serían:

  • Una de las labores más importantes es la recolección que se debe hacer cuando su fruto tiene su máxima calidad y cantidad de aceite, intentando hacerla lo más temprano posible. Al recolectar en su momento, además de sacar calidad, se evita la “vecería” y da tiempo a realizar el resto de labores en su momento: poda, abonado...
  • El abonado debe ser con productos con alto contenido en Materia Orgánica, con estiércol o alperujo bien compostado; para enriquecer y mejorar la estructura del suelo. En general los suelos agrícolas, tiene muy poca materia orgánica, lo cual es fundamental para tener unos suelos sanos, con mayor capacidad de retención de agua, previene la asfixia radicular y regenera la flora y fauna. Se debe favorecer, por parte de las administraciones la construcción de plantas de compostaje de alperujo, pues no entiendo como la legislación actual se considera al alperujo como “un residuo” y no como un subproducto, que es lo que es realmente. Actualmente para la construcción de dichas plantas, requieren una serie de documentaciones y condiciones, que hace casi imposible su construcción. Qué diferencia hay entre dejar la aceituna (es un fruto) en el suelo sin recoger, por lo tanto, se pudre y se incorpora al suelo; a que, si la llevamos a una almazara, se saca su aceite y al intentar llevar el resto al campo, ¿ya se denomina “residuo” y debemos llevarlo a las orujeras? Las ventajas del compostaje de dicho elemento sería innumerables: aumento de materia orgánica en los suelos, ahorro de combustible y menos contaminación, pues el 70 % del alperujo es agua y por lo tanto se traslada agua de las almazaras a las orujeras; ahorro de fertilizantes, más trabajo en las almazaras, menos competencia al haber menos aceite de orujo.. Así podremos avanzar hacia la llamada “Economía Circular” que sería lo ideal.

La poda de los olivos se debe realizar en “sabia parada”, es decir, cuando los olivos están pasando la parada invernal, que además de prevenir el desarrollo del barrenillo del olivo, se le eliminan las ramas que sobran lo antes posible y así se recupera antes el olivo para la próxima cosecha, sin dañarlo demasiado. En su ejecución debemos ir hacia una estructura aireada, soleada, evitar tener mucha madera vieja, para que el olivo pueda elaborar correctamente el aceite.

  • El manejo del suelo, es muy importante, pues se debe observar que tipo de vegetación se tiene y se debe de ir a plantas muy bajas que consuman poca humedad, (principalmente en las fincas de secano) y favorecer las leguminosas que fijan el nitrógeno atmosférico en el suelo, por lo tanto, tendríamos un abonado “gratis” además de evitar la evaporación del agua del suelo. Todo esto se puede hacer si se va desbrozando y evitando el semillado de las especies que no nos interesan y favorecer las beneficiosas.  Además, la fauna que se va recuperando y aumentando como hormigas, lombrices, es muy importante. En el cultivo ecológico, el manejo del suelo es de las labores más importantes para que una finca sea sostenible y rentable. En definitiva, hay que tener un suelo VIVO.
  • Sobre los tratamientos foliares, indicar que lo que se pretende es la prevención de las enfermedades con productos funguicidas e insecticidas ecológicos para actuar solamente con la plaga que puede dañar la producción o vegetación del olivo. Que, en cultivos ecológicos, se va desarrollando una fauna auxiliar, como las crisopas, que nos ayudan al control natural de las plagas. Recordar que una plaga es cuando un insecto rebasa unos umbrales de población que puede dañar la cultivo y que su tratamiento radica en volverlo a niveles normales en la naturaleza, no su eliminación.  Personalmente, utilizo muy puntualmente estos tratamientos ecológicos, porque normalmente en las fincas suele haber un equilibrio entre plagas y fauna auxiliar.  Se puede favorecer el aumento de esta fauna al dejar vegetación espontanea en los linderos de la finca, hacer hoteles para insectos, los agricultores ecológicos deben conocer los insectos que nos ayudan a conseguir una finca sostenible.

Alguien dijo que “el futuro debe ser verde o no habrá futuro”, por lo tanto, se debe ir hacia un agricultura más ecológica y respetuosa con el medio ambiente, favoreciendo el equilibrio natural de la flora y fauna y la economía circular. De esta forma tendremos un olivar mucho más sostenible.

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