El metaverso rural

No es necesario que se conecte a la red con unas gafas de realidad virtual para visitar el nuevo metaverso, fije un municipio de menos de 1.000 habitantes y déjese llevar

Fco. Javier Márquez. Gerente de Ecortijo. Sierra de Alcaraz. Albacete.

Gerente de Ecortijo. Sierra de Alcaraz. Albacete.

El metaverso rural, de Fco. Javier Márquez Tenedor
El metaverso rural, de Fco. Javier Márquez Tenedor

En la era de la información, el ser humano ha decidido vivir cada vez más en su propio universo, desconectado del vecino que opina de otra manera, se alimenta de los medios de comunicación que le dicen lo que espera oír; radios, periódicos y televisión han olvidado las bases del periodismo, la imparcialidad y el contrastar los datos de la noticia antes de publicarla, o para ser más exactos, digamos que no las han olvidado, pero han optado por alinearse con una postura para sobrevivir a base de publicidad, de “me gusta” y de seguidores de la visión única.

Ahora, las redes sociales nos estudian como jamás nadie antes nos estudió y nos guían también hacia posturas extremas, pues han descubierto que la interacción se multiplica cuando nos llevan a la discusión, al conflicto, y es a base de clics y de saber más de nosotros (nosotros somos el producto que venden) como ellas crecen.

Cuando solo ves el mundo desde un punto de vista, la realidad en la que vive cada uno es muy distinta, por eso cada vez es más difícil tener una conversación en las reuniones familiares o en cualquier otra reunión en la que hablemos con personas que no son de nuestro circulo relacional. Con la enorme cantidad de información (a menudo falsa o manipulada) que nos llega, nuestra opinión se vuelve cada vez más firme y segura y cualquier opinión diferente, en contra de tantas “evidencias” la atribuimos a las malas intenciones o los intereses ocultos del emisor.

¿No será que hace ya tiempo que todos vivimos en nuestro mundo virtual personal? Si es así no puede extrañarnos que el siguiente paso sea desconectar aún más de la realidad en busca de otros mundos menos agresivos que las redes sociales, que los medios de comunicación, que la interacción humana. El Metaverso promete un mundo más amable y a la carta, pero me temo que nuestros avatares, en tanto que respaldados por nuestra humanidad, no podrán evitar repetir los defectos de la realidad, en ese mundo etéreo al que se viaja en una huida hacia delante.

Es por eso que, si lo que necesitan es desconectar de esa realidad ciudadana o de esa realidad virtual y siempre insatisfecha de las redes sociales, yo les propongo probar el metaverso rural, no se preocupen, no se trata de una realidad virtual, así que, como mínimo comerán mejor.

Aquí tiene unas sencillas instrucciones para probarlo:

Si usted vive en una ciudad y desea vivir la experiencia de un mundo paralelo donde el espacio y el tiempo tienen otras reglas, no es necesario que se conecte a la red con unas gafas de realidad virtual para visitar el nuevo metaverso, solo fije en su listófono (Smartphone) un municipio de menos de 1.000 habitantes cualquiera, el más cercano, déjese llevar y una vez allí busque contacto con el paisanaje local, descubra cuales son sus preocupaciones, los temas de las conversaciones, las aficiones, y por supuesto su entorno rural y natural, pero eso sí en este metaverso Rural es muy posible que se le desconecte de su “realidad digital”, las compañías de telefonía no encuentran rentable invertir en zonas de poca población, su listófono será de poca ayuda, así que procure tener a mano un mapa de carreteras e incluso un diccionario para entender las indicaciones de los siempre dispuestos lugareños, ya que utilizarán palabras que quizás usted desconozca como “horma” (y no se refiere a la del zapato) o “parata” (que no es un plato local) para orientarle en su camino.

Pruebe a desconectar en el metaverso rural
Pruebe a desconectar en el metaverso rural


Desconecte también de su concepción del tiempo, el ritmo del campo lo marcan las estaciones, las labores rurales, los alimentos de temporada. Aquí podrá disfrutar de la comida lenta (slow food), un termino que se originó en Italia, en contraposición a la comida rápida (fast food) y que en cualquiera de nuestros pequeños pueblos practican los vecinos, sin saber que están a la vanguardia de las nuevas tendencias gastronómicas.

El tiempo se ensancha en verano y se encoge en invierno con las horas de luz, la noche es realmente oscura en este mundo rural, lo que nos permite ver con claridad el espectáculo de la vía láctea o sorprendernos con las sombras de los árboles en plena noche, a la luz de la luna llena.

Todo esto y mucho más, animales, aromas, paisajes, etc está a su alcance lejos de la realidad virtual que le acecha al otro lado de la pantalla, pero tenga cuidado, el Metaverso Rural puede volverse adictivo y quizá llegue a tentarle la idea de mudarse a uno de estos pueblos. No todo el mundo está preparado para vivir la Realidad Real. No sea loco!.

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Comentarios (7)

Alejandro Hace 2 años
Muy buen artículo, hora de desconectar un poco.
Pilar Hace 2 años
Muy buena reflexión Márquez, el mundo digital nos lleva a la inmediatez y la uniformidad frente al reposo y la diversidad que nos permite no reducir todo a un like.
Carlos Vicario Hace 2 años
Acertada visión del autor sobre los tiempos que vivimos. Siempre nos quedará como refugio el entorno rural que tan a menudo despreciamos, no de palabra, sino de obra.
Anabel Marina Hace 2 años
Me encanta Márquez!! Yo cada día soy más amante de lo "rural", de hecho vivo en un pueblo y estoy encantada. Besossss y enhorabuena.
Roland Hace 2 años
Toda la razón amigo Marquez. Donde quedaron esas veladas sin aparatos electrónicos donde todos escuchábamos a los abuelos boquiabiertos. Ahora somos marketing y dispuesto a afrontar ese reto cercano de los lugareños abandonados pero a su vez sabios. Un saludo
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