Los andalucistas no quieren echar la vista atrás sino dar un paso adelante ante la actual situación política, que va perfilando de nuevo un panorama bipartidista tanto en el Estado como en Andalucía, a raíz del desastre electoral que ha supuesto para el PSOE y los partidos a su izquierda tras las últimas elecciones autonómicas. Y eso sin contar con la influencia de la ultraderecha.
El andalucismo siempre ha pecado de un exceso de personalismo que le ha hecho casi más daño que la propia oposición y a la vez también ha arrastrado el peso del pacto de Gobierno con el PSOE, que siempre ha sido lesivo para el interés del andalucismo y no de algunos andalucistas.
Gracias a las nuevas tecnologías he podido seguir el acto por internet y no deja de desprender un sabor a otros tiempos más utópicos que tuvieron en Jerez su gran bandera, un orgullo andaluz que quieren recuperar en los municipios andaluces, sobre todo en aquellos donde gobernaron en otros tiempos como Jerez.
Pacheco ha querido dejar muy claro que no ha robado y eso es algo que se sabe en Jerez gracias al esfuerzo didáctico y mediático que ha tenido en estos meses el exalcalde andalucista, avivado con la sentencia de los ERE y en las últimas horas del caso Púnica que exculpa a cualificados líderes y lideresas del PP.
Los tiempos han cambiado y ahora mismo la ola del PP en Andalucía lo inunda todo gracias a los ingentes recursos con que cuentan los populares y que no pueden ser obviados.
El actual presidente de la Junta, Juanma Moreno, se ha sabido envolver de andalucismo en la última campaña, lo que prueba es una fuente en la que todos quieren estar para beber de ella y obtener la máxima rentabilidad política. Para ocupar un espacio de poder, no ya para ganar, los ‘nuevos’ andalucistas tendrán que esforzarse como nunca lo han hecho.
Y en un instante en el que la ilusión es lo que se va perdiendo día a día por el ambiente de crisis y recesión que se anuncia constantemente. Pese a que es responsable en gran parte de la debacle andalucista junto a otros viejos nombres como Rojas Marcos o Arredonda, el exalcalde de Jerez, Pedro Pacheco, sigue aportando frescura, fuerza y valentía máxime tras la traumática experiencia de vida, primero al comprobar que las vendettas no conducen a nada bueno y segundo porque la comparación de los delitos que se le han imputado y que le llevaron a la cárcel con otros casos muy sonoros le vuelve a dar la razón en aquella vieja teoría.
Recuperar el orgullo andalucista es una tarea no tan complicada como lo de encontrar un hueco y una justificación electoral en los próximos comicios municipales.
Pacheco se ha aparecido ante los presentes en el acto de la bodega no solo como un referente sino también como un ejemplo de los errores que no se pueden cometer en política. Aún así el viejo lobo engancha, pero no se presenta a las elecciones, como Santiago Casal. Eso dicen.