¿Quién me lo iba a decir a mí?

Ya ha pasado un año desde que algunos jerezanos y jerezanas decidieron que los representara, ¿quién me lo iba a decir a mí? En este tiempo, me he dado cuenta de que algunos compañeros de Corporación —aprovechando las elecciones— han salido a valorar lo mal que lo hacen los demás y lo bien que lo hacen ellos. ¿Si todos lo hemos hecho tan bien porque no se nota el cambio? Yo quiero comentar cómo me ha ido a mí. Ha sido un año de muchísimo aprendizaje, un año en el que he visto políticos que se esconden, técnicos que han optado por actuar como políticos en lugar de como servidores públicos —y no se enteran que a ellos nadie los eligió—, magníficos profesionales que se dejan la piel por sus conciudadanos, he atendido a personas con graves problemas a los que el austericidio no ha dejado levantar cabeza, que se avergüenzan de decir que no tienen trabajo y que no pueden pagar las deudas contraídas, entre otra mucha gente.

También he tenido que lidiar con quien tras varios años de política asistencialista quiere seguir viviendo del cuento, argumentando “yo siempre voté a Podemos”. En tan solo un año parece como si alguien me hubiera dicho que esta ciudad es parte mía y por eso veo autobuses viejos y desangelados, veo calles deterioradas y parcheadas, veo el casco histórico ruinoso, veo gente esperando viviendas sociales, veo colas de gente para pagar el agua y que no se la corten, veo casas terminadas y vacías, veo la zona rural que sigue olvidada y solo se acuerdan de ella cuando hay votaciones, veo muchas personas en los lugares donde se les da caridad, etcétera. Es la herencia recibida de los desgobiernos que han habido en esta ciudad y entonces me pregunto: “¿Qué estoy haciendo yo por revertir esa situación?”

En Ganemos proponemos en los plenos mejorar las cosas y nos damos de bruces con la burocracia, con los informes técnicos, jurídicos y económicos que no nos dejan cambiar nada, sin embargo, todo lo que sean luces, fiestas, actos folclóricos o religiosos, para eso hay barra libre. Los de Ganemos somos gente corriente que tendrá que analizar lo que hemos hecho bien y lo que hemos hecho mal. Ha sido un año intenso, excitante, duro, corto, pero haber estado con mi gente no tiene precio.