Una pequeña de 5 años se acercó y me preguntó: ¿Por qué hay personas pobres y personas ricas? ¿Por qué no somos todos iguales de ricos?
A veces, niños y niñas suelen hacernos preguntas tan comprometidas como interesantes. En su inocencia hay aspectos de la vida que no comprenden bien y por eso nos trasladan sus dudas, para que nosotros, los mayores y supuestamente maduros, se las solventemos como mejor sepamos. Esta mañana, en clase, una pequeña de 5 años se acercó y me preguntó: ¿Por qué hay personas pobres y personas ricas? ¿Por qué no somos todos iguales de ricos?
Cómo explicarle a una niña de esa edad que las ocho personas más ricas del mundo -todos hombres, por cierto- acumulan más riqueza que la mitad de la población del mundo. El 1% más rico del planeta ya tiene tanto como el otro 99%, según los informes de Forbes y Oxfam. Existe una brecha abismal entre ricos y pobres, y con la crisis, esa brecha ha crecido mucho más si cabe.
En España, el mayor multimillonario, que también entra dentro de esa lista de las ocho personas con más dinero, es Amancio Ortega, fundador de Zara y propietario de Inditex. Se le calcula un capital de US$67.000 millones, sólo por detrás de Bill Gates, cofundador de Microsoft y que posee US$75.000 millones. Cantidades astronómicas que el común de los mortales no verá en su vida, a mí me dan mareos con sólo leer semejantes números.
Estos señoritos millonarios se reúnen cada año, bajo fuertes medidas de seguridad, en la llamada "Cumbre de Davos", junto con los principales líderes empresariales y una escogida representación de líderes políticos internacionales y de periodistas afines. Allí, además de esquiar y darse sus buenos homenajes, analizan los problemas más inmediatos que afronta el mundo, entre ellos, por ejemplo, el de la salud y el medio ambiente. Esto, queridos lectores, es, de facto, la sala de mandos del Capitalismo, y muy al contrario de buscar soluciones, lo que hacen en realidad es acrecentar la pobreza a nivel mundial y destruir el medioambiente. Todo sea por la pasta y por mantener sus cotas de poder. Como bien decía mi madre -y seguro que muchas madres más- "nadie se hace rico a fuerza de trabajar", con eso lo digo todo, a saber la mafia que tendrán montada tras esa apariencia de bondad, carisma y legalidad.
En fin, que lo único que se me ocurrió decirle a la niña que me lanzó esas preguntas fue un "no sé, esas son cosas que cuando seas más mayor comprenderás". Qué habrían hecho ustedes en mi lugar…
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