Yo quiero seguir con el silencio de las armas calladas y el silencio de vuestras lenguas, que no paran de remover el dolor de las víctimas.
Corrían los años noventa. ETA mataba cada dos por tres. En el Movimiento contra la intolerancia se convocaban concentraciones de protesta en toda España, incluyendo Jerez, que se hacían en la plaza del Arenal. Silenciosas. Se leía un corto comunicado para explicar porque estábamos allí. Y luego el minuto o los que fueran, de silencio. Ante los tiros, silencio. Ante las bombas, silencio. Ante el asesinato, silencio. Ante quien quiere que respondas con violencia, silencio. Por respeto a las víctimas, silencio.
Me decían : ¡¡¡Eso no sirve para nada!!! Y les contestaba: ¿Sirve para algo ir a un velatorio? ¿Le sirve algo al muerto? No, le sirve a la familia porque le acompañas. Pues esto igual. Con las concentraciones, les decías a las familias de las víctimas que no estaban solas. Y a ETA les pedías que dejarán de matar.
Han pasado aquellos años en que cada semana tenías que preparar la pancarta con el NO MATARÁS. De explicar que la pena de muerte no era la solución porque te igualaba a ellos. De comenzar siempre el programa de radio con aquello de España camisa blanca de mi esperanza, la negra pena nos atenaza, la pena deja plomo en las alas.
Pasó el tiempo y callaron las armas, ese silencio tan deseado, solo roto por los que ahora no paran de hablar de ETA cuando ya no matan. ¿No queríais eso? ¿Que ETA dejará de matar? ¿Por qué seguís removiendo el dolor de las víctimas, dolor eterno que ya no tiene solución? ¿No es el Estado de Derecho el que se está ocupando de que purguen las penas los terroristas? ¿Por qué estáis utilizando a ETA como estrategia política para señalar con el dedo a cualquier adversario político que no es de vuestra cuerda? ¿Ustedes sois los que no admitís que ETA era una cuestión política y continuamente la tenéis en la boca para hacer politica?
¡Idos a tomar fresco de verdad, me indignáis! Que ETA no mataba como mata un asesino machista o un atracador de bancos! Que ETA, Al Qaeda y cualquier movimiento terrorista mata por intereres políticos y por pura mafia!
¿Y ahora qué? ¿Me vais a llamar terrorista por entender esto?
Me da igual, porque yo tengo la conciencia muy tranquila, porque cuando ETA mataba, yo no os vi a ninguno dando la cara. ¿Dónde estábais entonces?
Por eso os digo lo mismo que el Rey Juan Carlos aquella vez a Chaves: ¿Por qué no os calláis?
Yo quiero seguir con el silencio de las armas calladas y el silencio de vuestras lenguas, que no paran de remover el dolor de las víctimas. Que ETA sea historia para los libros de Historia. Que aprendamos de lo que ocurrió para que nunca más vuelva a ocurrir. Que entendamos que la violencia no lleva a nada. Que entendamos que reconciliación es el único camino. Que cuidemos y no olvidemos a las víctimas de todos los atentados terroristas en España. Y que no utilicemos más el nombre de ETA en las estrategias políticas de los partidos. Estoy harto y me duele.
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