El poder de la lengua

Los grandes oradores de la historia, desde la antigüedad hasta la era moderna, lograron y logran conducir a las masas a defender derechos, a unificar, movilizar, cambiando sentimientos

Ilustración de un mitin.
22 de diciembre de 2025 a las 11:38h

La lengua tiene poder, puede destruir o puede levantar el ánimo de una persona, de una familia, de un grupo o de una nación.

A través de la lengua articulamos las palabras. Su capacidad para realizar movimientos complejos y rápidos nos permite una secuencia fluida de sonidos, formando palabras a gran velocidad (más de 90 por minuto).

Podemos decir de las palabras que son instrumentos poderosos para convencer, motivar y guiar a otros hacia metas, pero igualmente con ellas podemos destruir.

Las críticas destructivas nos afectan psicológicamente, debilitan la autoestima y nuestra confianza, generando inseguridad, ansiedad y hasta depresión, si esas palabras atacan la identidad personal nos crea inseguridad de diversa índole, como pensamientos o ideas que tenemos de nosotros mismos y que nos pueden limitar en nuestro potencial y logros; Las criticas no constructivas, activan áreas cerebrales de dolor físico, y nos puede llevar a aislamiento, o a tener reacciones rencorosas y de amargura, generando así mismo distancia o enemistad.

Esto tiene que ver también con el terrible bullying, o acoso escolar, que puede llegar a incluso propiciar el suicidio.

El poder de la lengua está científicamente probado, el psicólogo e investigador español Alfredo Rodríguez Muñoz que es actualmente profesor y Doctor en el área de Psicología Social de la Universidad Complutense de Madrid y autor de 43 publicaciones, ha investigado al respecto del acoso laboral, desarrollando un modelo que incluye sus antecedentes y sus consecuencias.

La culpa es un sentimiento que te paraliza. Tienes que encajar en un rol determinado e impide que tú te expreses. El escritor, psicólogo evolucionista, profesor en el Harvard College, lingüista y titular del “Johnstone Family Professorship” Steven Pinker, ve las palabras como un instinto innato y evolutivo que moldea el pensamiento. Sus especializaciones académicas son la percepción y el desarrollo del lenguaje en niños; es conocido por argumentar que el lenguaje es un "instinto" o una adaptación biológica modelada por la selección natural. Sus cuatro libros dirigidos al público en general expresan estas teorías, con ellos ha ganado numerosos premios, además de proporcionarle celebridad. Estos libros son: Cómo funciona la mente, El instinto del lenguaje, Palabras y reglas y La tabla rasa.

Está demostrado que los niños que son estimulados positivamente, sin dejar de ser corregidos correctamente para su educación, son influenciados positivamente para su desarrollo emocional, obteniendo así como resultado mayor felicidad, seguridad, y menor propensión a la ansiedad o a la tristeza.

Están más capacitados para probar retos nuevos y para asumir un fracaso.

Se relacionan más y mejor, piden ayuda con más facilidad, son más seguros de sí mismos y ante una situación negativa, salen airosos levantándose de cualquier fallo con mayor facilidad. Los niños mejoran sus funciones cerebrales, como la memoria, la atención y la creatividad.

Otro ejemplo del poder de la palabra es la oratoria. Los grandes oradores de la historia, desde la antigüedad hasta la era moderna, lograron y logran conducir a las masas a defender derechos, a unificar, movilizar, cambiando sentimientos. Transforman las ideas complicadas en sencillos mensajes utilizando anécdotas que generan confianza. Cuerpo, voz y mensaje funcionan en armonía para impactar. Podemos nombrar a lo largo de la historia como grandes de la oratoria a: Demóstenes, Pericles, Cicerón, Abraham Lincoln, Winston Churchill, Mahatma Gandhi, Martin Luther King Jr., Nelson Mandela y John F. Kennedy, Barack Obama, destacando de este su extraordinario ritmo, en su manera de hablar conectando intensamente con la audiencia. Steve Jobs: el cual simplificaba sus mensajes con lenguaje sencillo y directo y Malala Yousafzai: una activista que, desde los 16 años, en sus discursos defiende los derechos de los niños y en especial al sexo femenino.

Desde el púlpito de la misma manera, pastores y sacerdotes pueden llegar a sus feligreses más intensamente, siendo buenos oradores, aun siendo radicalmente fiel con las Escrituras y el Evangelio, o no dejar huella ni mantener la atención. Yo, como creyente, asevero que es por don y bendición de Dios.

Como ejemplo de ello, el Pastor bautista y ministro activista Martin Luther King J.r. (Menphis 19 29) estadounidense y portavoz, el líder más evidente del movimiento de derechos civiles desde 1955 hasta su asesinato en 1968.

William Franklin Graham Jr. Carolina del Norte; (7 de noviembre de 1918-Montreat, Carolina del Norte; 21 de febrero de 2018). Considerado uno de los predicadores evangélicos más importantes e influyentes del siglo XX.

Así como Pastores actuales que llegan a lo más profundo de los feligreses, consiguiendo que sus predicaciones sean clases de teología, podemos nombrar al predicador

Miguel Núñez, médico, teólogo, misionero, escritor, erudito bíblico y pastor bautista dominicano-estadounidense de Ministerios Integridad & Sabiduría.

Cuando hablemos, pensemos antes lo que vamos a decir para no herir, digamos palabras que construyan, que hagan que las personas sean más felices.

Pon guarda a mi boca, oh Dios, y guarda la puerta de mis labios. (Salmos 141:3)  

La muerte y a vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.  (Proverbios 18:21)