Una persona cambiando de canal de televisión. Los canales casi siempre están ordenados todos iguales.
Una persona cambiando de canal de televisión. Los canales casi siempre están ordenados todos iguales.

Hace unos días, de forma inesperada, la caja tonta de casa (así llamo a la televisión) dejó de verse "antena no detectada" o algo así decía lo que aparecía en la pantalla. Para no escribir aquí medio Quijote de Cervantes, resumo diciendo que el vecino del tercero lleva meses entretenido en hacer obras en su casa. Y sí, me expreso bien cuando digo que se entretiene porque dar durante media hora martillazos y porrazos, hacer uso del taladro diez minutos y cargarse el cable de antena y dejar sin televisión al del segundo piso y a servidora creo que denota que el susodicho se entretiene de vez en cuando apareciendo por la que debe ser su segunda residencia, y dando un poco de morcilla y de qué hablar a los desconocidos de sus vecinos. Finalmente, tras llamar al casero y este contactar con el destructor de tabiques, logramos recuperar y sintonizar de nuevo los canales de la televisión. 

Tras el proceso automático de búsqueda de canales, luego toca el temido momento de ordenarlos en una posición u otra para su posterior visualización.  Y ahí, precisamente en ese mismo momento en que observaba cómo mi pareja y futuro esposo trabajaba en esa pesadez de tarea, me da a mí por pensar: ¿Por qué la cadena TVE1 tiene que ir en el orden uno? ¿Y la cadena Antena 3 tiene que ir en el orden 3? Y la cadena llamada LaSexta ¿Por qué tiene que ir en el sexto orden de los canales? Y no solo es eso, sino que si cambiamos estas órdenes preestablecidas no se sabe en su momento por quién o por qué lógica, seguro que nos tomarían por "gente rara".

Si mañana vas a cenar a casa de unos amigos y vais a ver el partido de fútbol de la selección española que retransmiten en la TVE1, das al número 1 del mando y en vez de esta cadena aparece la cadena Clan TVE de inmediato dices en voz alta "¿Manoli te has dado cuenta de que tienes desintonizados los canales de la tele?", pero no te da nunca por pensar en la posibilidad de que los niños de tu amiga se pasan todo el día viendo este canal infantil y que Manoli desafiando a la lógica y la razón del noventa por ciento de los españoles decidió sintonizar este canal infantil el primero puesto que es prácticamente lo único que se ve en la caja tonta de su casa. 

Y es que tal como pasa con la sintonización de los canales televisivos, ocurre en muchos aspectos y situaciones de nuestras vidas. A menudo damos por hecho que muchas cosas son como son solo porque los demás las ejecutan o aceptan de una forma determinada. De esta forma nos negamos a nosotros mismos el poder elegir como hacer las cosas e incluso abordar muchas situaciones según nuestras preferencias o lo que realmente nos hace sentir a gusto. Si fulanito se tira a una piscina medio vacía y se hace daño, aunque estemos viendo con nuestros propios ojos que el que se tiró a la piscina se ha roto un brazo, yo también me tiro porque es lo que los demás que están a mi alrededor esperan que haga y lo que ellos también harán, aun sabiendo que podría haber elegido ser diferente al resto y no tener un brazo escayolado. 

Por último, (no voy a mentiros), reconozco que, a pesar de esta reflexión, en la televisión de plasma de mi salón, la cadena TV2 está sintonizada en el número dos, Telecinco en el número cinco y la cadena Cuatro en el cuatro. ¿Cuál es mi excusa? Más bien ninguna, odio ordenar los canales y como quien lo hace es mi pareja, ¡Él decide! Y ¿Quién soy yo para contradecir a nadie? Opinar sí que opino tal como hago aquí todos los domingos ¡Pero solo eso! 

"El problema no es ser diferente. El problema es vivir en un mundo donde todos quieren ser iguales". (Frase leída y extraída de internet)

 

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