Muchos son por desgracia los diagnósticos de cáncer en la provincia de Andalucía, muchas son las mujeres que por un cribado a tiempo han podido salvar sus vidas, pero también son muchas, demasiadas, las que viven un calvario e incluso han fallecido por un cribado y diagnóstico que llegó demasiado tarde.
Muchas y nunca serán las suficientes las que se han lanzado a la calle días atrás para tapar la boca al señor Moreno y recordarle que se le deberían caer la lengua de la boca, darle vergüenza de ponerse medallas con respecto a sus grandes planes de mejoras para el SAS. Ahora reconoce no haber podido reconstruir la sanidad como quería y no haber conseguido los objetivos marcados. No pocas mujeres, por su incapacidad para gobernar (porque si la sanidad de la comunidad que preside falla, usted es un incapaz), han sufrido mutilaciones en sus cuerpos. Creo que extirpar cualquier parte del cuerpo sin necesidad o pudiéndose haber evitado es mutilar, no sanar. Si creen que exagero, que pregunten a esas personas a las que les han dejado sin mamas, sin posibilidad de ser madres y les han privado de su derecho a sentirse hermosas y sin complejos.
Una paciente y víctima declaró recientemente a los medios de comunicación “Soy un error viviente de que el sistema no funcionó como debería”; mujer valiente y generosa sin duda que ya no puede callar en lo que la han convertido y que con su testimonio con toda seguridad pretende alzar la voz de las muchas aquellas personas que no llegaron a tiempo y ser también altavoz de aquellas voces que están silenciadas debido a que la enfermedad las apaga. Por desgracia, por mucho que existan pacientes y personas valientes para destapar tan horrible negligencia, si seguimos gobernados por políticos cobardes, nos va a costar mucho conseguir una sanidad pública y de calidad que les recuerdo, es un derecho de todos los ciudadanos. Sí, creo que hago bien cuando les recuerdo que disponer de un servicio andaluz de salud de calidad es un derecho porque últimamente parece que, con tanta dejadez hacia nuestras vidas, estamos asumiendo y creyendo que los recortes y todas las mentiras que nos cuentan con el objetivo de privatizar la sanidad son ciertas.
La consejera de salud Rocío Hernández ha dimitido y es un acto que no hay que aplaudir, ya que es lo menos que podía hacer después de todo el daño ocasionado, al menos ha demostrado algo de vergüenza, a veces hay que saber cuál es el mejor momento para retirarse; esta señora lo debió hacer antes de que miles de personas paguen las consecuencias de sus errores. Sin embargo, el presidente de la Jnta de Andalucía tiene la cara tan dura que se cree que, con admitir que no ha conseguido lo que esperaba, ya está todo solucionado. Estamos hablando de la salud y la vida de miles de andaluces y Juanma, no basta con pedir perdón como al que se le ha olvidado la fecha de su aniversario de bodas; años de abandono, privatizaciones y falta de control que dejaron a 2.000 mujeres sin la revisión que necesitaban y consecuencias mortales. Seguiremos sumando más víctimas y muertes ¿Nadie se atreve a hablar sobre un delito contra la salud pública?
Que el señor presidente de nuestra comunidad andaluza recuerde que existen casi 16.000 millones de euros de presupuesto andaluz para sanidad y 130.000 profesionales, además de que la comunidad ha superado este año por primera vez en la historia la media de gasto sanitario por habitante no vale para nada si se producen estos atentados contra la salud de los andaluces; enfermos esperando años para intervenciones, pruebas, meses para ser atendidos en consultas de especialistas y semanas que se alargan cada vez más para poder ver al médico de familia… Reclamaciones con respuestas absurdas y sin argumento. Sería menos insultante que respondieran con «a aguantarse toca» a leer una carilla de un folio completa con sandeces y mentiras que no se las cree nadie. Y diga usted lo que diga, y por mucho que quiera remediar, el daño ya está hecho. ¡Dimita Juanma Moreno y asuma su responsabilidad! Creo que queda poco más por decir y mucho por hacer, mientras tanto les recomiendo que se cuiden y peleen por su bienestar y ojalá este cercano el día en que podamos sentirnos seguros en los hospitales y no muertos de miedo.


