Esta semana fui de compras navideñas con mi madre y, tras finalizar las mismas, decidimos ir a casa a calentarnos un poco y hablar tranquilamente con una copita de vino dulce jerezano (mejor no dar marcas por si acaso). Estábamos endulzándonos el paladar frente a la televisión que teníamos de fondo y apenas con volumen cuando mi madre me refirió si me había percatado de que entre toda la avalancha de publicidad y anuncios televisivos ya no se publicitaban juguetes. ¡Y cuánta razón tiene mi madre!
La verdad es que no estoy muy al día de las tendencias en juguetes y entretenimientos de los jóvenes. Sinceramente, lo único que he visto anunciar en televisión y que se podría considerar como juguetes son alguna que otra videoconsola que, por otra parte, he de decir que se anuncian durante todo el año, no exclusivamente en época navideña. Es un hecho real que las campañas navideñas de juguetes y regalos han desaparecido. Los instagramers son las mejores herramientas publicitarias que las marcas y fabricantes usan para vender sus productos. Ya no hay que estudiar la larga carrera de publicidad para que te contraten para vender productos; si estás de buen ver y tienes mil seguidores en redes sociales, poco más necesitas para vivir de ello.
Y haciendo referencia anteriormente a las marcas, no puedo evitar ponerme nostálgica y tener algún que otro sentimiento al recordar los anuncios televisivos de las Navidades de mi generación. En estas no faltaban las muñecas de Famosa que se dirigían cada Navidad al portal, los muñecos que lloraban cuando se les quitaba el chupete de Feber, los muñecos más “cucos”, que no podían ser otros que los famosísimos Nenucos, las muñecas más bonitas y pequeñitas como eran las Barriguitas. Sin embargo, lo único que anuncian las grandes cadenas comerciales es la disponibilidad de sus catálogos de regalos. Ayer mismo vi cómo los anuncios que antes iban dirigidos a los niños para “ayudarnos” a redactar nuestra carta a los Reyes Magos (lo siento, soy anti Papá Noel) ahora se dirigen a los adultos y la promoción que hacen en muchos casos dura apenas medio minuto, en el cual solo destacan que trabajan con las mejores marcas de juguetes. Esto último no me puede parecer más frío y una falta de consideración. Claramente, les importa un bledo el que un niño pueda estar delante de la televisión y se pregunte por qué anuncian las marcas de juguetes cuando de eso se encargan sus Majestades y no papá y mamá. ¡Más les valdría a algunas grandes superficies dejar de presumir de tanto prestigio y ayudar a preservar la cultura, tradiciones y sobre todo la ilusión de los más pequeños!
Tengo también que reconocer, y lo digo dejando el humor a un lado, que bicheando un poco los juguetes y muñecos que están de moda, cualquier publicista lo tendría bien difícil para resaltar las bondades de algunos de ellos; cuando he buscado la imagen de algunos de los juguetes de moda en esta Navidad. He podido reconocer algunos de ellos que he visto en algún que otro comercio local de mi pueblo y que me han llamado la atención por horrendos y considerarlos más bien piezas de colección que juguetes en sí. Valga como ejemplo un pequeño muñeco monstruo con sonrisa dentuda llamado “Labubu” cuyo precio además no es nada razonable y cuyas ediciones limitadas alcanzan hasta 1700 euros; Según también he leído se comenta abiertamente de él que puedes amarlo u odiarlo. Sinceramente, yo no lo odio, simplemente opino que es más feo que un dedo del pie. Como no podía ser de otra manera, “Made in China”.
Y en España con los juguetes pasa como con todo; tenemos fábricas productoras de juguetes como “Famosa” (Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil), fundada en 1957 y que opera en Alicante. Sin embargo, El pasado mes de octubre saltó la noticia de que la empresa de juguetes entraba en un proceso de preconcurso de acreedores debido a dificultades financieras y actualmente ha solicitado protección legal temporal para negociar con sus bancos y reestructurar su deuda. No es la única compañía del sector que se enfrente a dificultades. El sector juguetero en España pasa por una crisis debido a la caída de la natalidad, los cambios en los hábitos de consumo y la fuerte competencia. También resaltar que llama especialmente la atención de que los anuncios navideños este año más que nunca inciden en el mensaje de jugar y pasar tiempo con los más pequeños de la casa ¿Por algo será no creen? Y entre otras cosas, les invito a reflexionar que la soledad y el individualismo lo ha inundado todo incluido la infancia de nuestros hijos. Pidamos a los Reyes Magos juguetes para compartir con otros niños, con los papas, con los hermanos, con los abuelos y el mejor regalo que no se escribe en las cartas ni se fabrica en la juguetería es el tiempo para dedicar a los demás. Un juguete en soledad no se disfruta y una infancia en soledad no ha de ser concebida ni es una infancia feliz.
“Nochebuena de amor, Navidad jubilosa, es el mensaje feliz de las muñecas Famosa”. Villancico de las Muñecas de Famosa creado por Luis Figuerola-Ferreti.
