Faltan pocas horas para que se celebre el festival de euro visión y esta noche en la televisión de casa como en la de miles de españoles pondremos “La primera cadena” como se le conoce popularmente en Cádiz para ver la actuación de Melody que este año nos representa en el festival. Comienzo recordándoles que nuestra representante española fue elegida gracias a los votos del público porque el jurado no la votó como preferida, así que el populacho ha decidido a pesar de que ahora seamos también los que sentenciamos como perdedora total a esta cantante.
Admito que a mi Melody no me atrae como artista ni tampoco su forma de actuar como tal, pero no la conozco para juzgar cómo es en realidad y estoy segura de que será una maravillosa persona, pero como aquí estoy para opinar, pues lo dicho, no me atrae su imagen pública. En referencia a lo de opinar y desviándome por unos instantes del tema, acaban de cumplirse ya tres años de que colaboro con esta columna de opinión “Pimpilipauxa” en este diario. Gracias por tanto compañeros y por supuesto a vosotros lectores ¡Y seguimos con Eurovisión! Desde que sigo el festival, la noche del mismo con amigos y familiares comentamos (ahora sobre todo por WhatsApp) las distintas actuaciones, aunque mejor llamar las cosas por su nombre, no comentamos ¡Criticamos! ¡Y quién esté libre de pecado que tire la primera piedra! Me consta que el noventa por ciento de los espectadores durante la gala de Eurovisión hacemos esto. En España hace mucho que dejamos de tomarnos el festival en serio y lo que nos motiva a estar delante de la televisión esta noche es el salseo y el critiqueo, aunque también es de justicia el decir que este hecho se ha ido alimentando cada vez más debido a que en ese escenario parece que se compite por ver quien tiene la puesta en escena, el vestuario y la actuación más friki.
Que Eurovisión está politizado es algo que el noventa por ciento de los españoles lo tenemos claro, que España no va a ganar Eurovisión es algo que incluso dejó de comentarse y desde que Rosa quedó en un pésimo lugar tras una promoción y campaña espectacular para el festival la confianza de que ocurra lo contrario y quedemos ganadores, brilla aún más por su ausencia. Siempre me suelo hacer una pregunta cuando llega el momento de las votaciones y de puntuar a los países, ¿Cuántos españoles votan para dar su apoyo a nuestros representantes? Yo no he votado en mi vida debido a mi disconformidad con tener que pagar un precio para participar en las votaciones. En todo caso, ya colaboro con mis impuestos y de los cuales se financia también la televisión pública y lo que se retransmite en ella. Es obvio que con todo lo que ha acontecido y acontece actualmente en este país y con más de cuarenta guerras activas en el mundo podría no estar de acuerdo con el derroche económico que supone la celebración de este festival (pero ya hemos hablado de los intereses políticos que sin duda se mueven en este festival). A pesar de todo y al igual que muchos, esta noche estaremos atentos a su retransmisión en la caja tonta puesto que si quienes deben tener ética y moral no la tienen tampoco vamos a arreglar los ciudadanos de a pie estos graves problemas por cambiar de cadena.
Mi intención no es faltar al respeto con mis opiniones del festival de Eurovisión a nadie, para mí se ha convertido en un espectáculo donde casi todo vale y donde el sentido del ridículo no existe. Admiro la valentía de esos cantantes que ven su participación como una gran oportunidad para su carrera artística, y aunque hay muchísimos grandes artistas en todo el mundo que no han pasado por este festival no les culpo de creer en ello; tal como está el mundo que todo es una locura y en el que el más tonto te monta y vende un reloj es normal que piensen que participar y ganar este cada vez más disparatado festival de Eurovisión les servirá para lograr sus metas. Tal vez a cualquier cantante que no vaya representando a España les pueda llegar a impulsar en sus carreras, pero no dejemos de tener en cuenta que hay muchos artistas que representaron a España en Eurovisión y siguen esperando su oportunidad y trabajando duro por todos los pueblos de España y sus verbenas. Insisto no quiero menospreciar a nadie y aplaudo a todo aquel que va escalando peldaños con esfuerzo y trabajo.
La realidad consiste en que sea como sea Eurovisión es un festival que nos divierte, nos reúne en torno a la televisión masivamente, crea contenido mediático y fascina a los españoles y no españoles. Si a cualquiera de nosotros nos ofrecieran estar en la final del concurso no dudaríamos en asistir fuera donde fuera ¡Y yo la primera! Nos lo pasamos bien con este festival, cada uno a su forma, pero lo importante es que nos hace olvidar durante un rato de todo lo que nos rodea que tristemente tenemos que admitir que es más feo que bonito “Buscando en el baúl de los recuerdos, cualquier tiempo pasado nos parece mejor…” cantaba Karina de forma visionaria y tal vez sin ser consciente de ello. Mis mejores deseos a Melody con su canción “Esa Diva” y ojalá tengamos que disputarnos una entrada para un próximo festival de Eurovisión en España.