Artículo de opinión 'PatETICAl Politik', por José Carlos Pérez Arias. En la imagen, un acto de campaña de Vox en Castilla y León
Artículo de opinión 'PatETICAl Politik', por José Carlos Pérez Arias. En la imagen, un acto de campaña de Vox en Castilla y León

La ética comprende el conjunto de normas que nos permiten vivir en comunidad. Un prestigioso constitucionalista, Norberto Bobbio, consideró la política como “un mal necesario”. Tampoco es raro el día que nos desayunemos un escándalo relacionado con la cosa pública. Por lo tanto, ¿la ética y la política son realidades paralelas o se repelen entre ellas?

En estos momentos, la política española vive la resaca de las Elecciones Autonómicas de Castilla y León. Vox se ha erigido en el gran triunfador de la noche junto con las fuerzas de la España Vaciada, mientras que el bipartidismo y los partidos de izquierda viven tiempos de zozobra e incertidumbre.

Aunque es cierto que Vox no tenía nada que perder, sus posicionamientos públicos radicales y extremos son “pan para hoy y hambre para mañana”. El candidato Juan García-Gallardo basó su campaña en paseos por los campos de Castilla y dosis de pureza ideológica. Sin embargo, España, la patria común e indivisible, se ha reducido a escenas patéticas.

Por ejemplo, tras confirmarse los resultados electorales, la petición no se hizo esperar: la entrada en el Gobierno con al menos una Vicepresidencia para controlar a Mañueco y a sus compañeros. En definitiva, la misma petición que tuvo en su día en el Congreso de los Diputados un señor con coleta al que tanto han criticado. Incluso, la supresión de las Comunidades Autónomas ya no está en la hoja de ruta. Todo por la silla.

En otros ámbitos de la sociedad, la ética está muy presente en la toma de decisiones. Sin ir más lejos, en la educación y la empresa, se imponen unos protocolos que han de ser cumplidos para garantizar una convivencia, así como la calidad de los servicios que se prestan. ¿Existe esta exigencia en la política actual? Las normas y los valores son caducos, por lo que incluso los políticos tienen un futuro difícil, más allá de los despachos de Abogados  “a la americana”.

Obviamente, Castilla y León no es Ohio. Por lo tanto, los resultados electorales cosechados se han producido en un espacio y tiempo, con sus propias particularidades. Sin embargo, algunas tendencias y dinámicas de los partidos se irán manteniendo en los próximos procesos electorales. Y el valor de la palabra dada y las promesas cumplidas seguirán repeliéndose con la esencia de la política de las cosas cotidianas. Mariano José De Larra retrató en su día este espíritu con su mítica expresión: “Vuelva usted mañana”. Verdad verdadera.

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