Pues así están las cosas. Desde que comenzaron las denuncias –en los medios de comunicación y redes sociales- ha pasado casi un mes de pasividad policial, municipal y autonómica, no necesariamente por este orden.
Es curioso lo que ocurre con el edificio Díez Mérito, el que fue antigua sede de las bodegas, cerca de Madre de Dios (ojo, que el otro día La Sexta metió una plaza con este nombre en un reportaje sobre vías públicas que deberían cambiar de nombre atendiendo a la memoria histórica; lo digo por si le interesa a alguien, ¿eh?, que yo voy a dormir igual de bien… o de mal). Total, que se están llevando cosas de ahí a ojos vista, es decir, a la vista de todos, incluida la Policía Local. Al parecer, en España, concretamente en Jerez, si un edificio está aparentemente abandonado es que no es de nadie y si no es de nadie, pues hala, p’alante… Lo que pasa es que sí tiene dueño, ni más ni menos que el Ayuntamiento se lo cedió al SAS hace ya cosa como de una década -después de que el edificio dejara de albergar la facultad de Relaciones Laborales- para que le diera uso como centro de salud.
Cabe suponer que el SAS no quería hacer de ese espacio un parque temático del expolio, que es en lo que se ha convertido, pero como lleva cosa de diez años en lo que se decide o no a habilitarlo como nuevo centro de salud en sustitución del cercano inmueble de la calle Porvenir –por cierto, ese pequeño homenaje al Tercer Mundo que la Junta de Andalucía mantiene en pleno Jerez-, pues el personal más avispado de entre la ciudadanía ha decidido que estaría bien ir dándole su propio uso, por lo que ido arramplando con la cerrajería y de otras partes de valor, lo que viene a multiplicar el deterioro del edificio.
Pues así están las cosas. Desde que comenzaron las denuncias –en los medios de comunicación y redes sociales- ha pasado casi un mes de pasividad policial, municipal y autonómica, no necesariamente por este orden. Bien. Ahora sabemos que el gobierno municipal está indignado por lo ocurrido y que el SAS sigue pensando –lo mismo así que pasen no cinco, sino otros diez años, remedando la obra de Lorca- en darle el uso para el que obtuvo la tutela del edificio. De hecho, acaba de anunciar que van a comenzar las obras: las de tapiado.
