¿A quién le importan las elecciones de hoy?
¿A quién le importan las elecciones de hoy? A no ser que contra todo pronóstico haya una mayoría suficiente para gobernar -en cuyo caso, como decía aquél, me como mi sombrero-, nos vamos a seguir quedando con la cara partida durante semanas. El hastío, unido al sofoco estival y a la falta de actividad propia de esta época, le vendrá que ni pintado a las formaciones para montar su teatro de títeres.
La verdad es que empieza a darme un poco de pereza imaginarme las conversaciones playeras. "Pues yo creo que Rajoy debería dimitir para que Ciudadanos apoye al Gobierno y el PSOE se abstenga", imagino proclamar a un capitalista moderado en Puerto Sherry, tratándose de hacer oír entre los gritos de "¡la cerveza, el agua, las patatas, oigaaaa!" Bajo un sol también de injusticia, en Fuentebravía o El Ancla, unos señores tumbados en su toalla con la bandera de España alertarán sobre el ogro del comunismo de izquierdas si a Pedro Sánchez no le hacen entrar los barones socialistas en razón.
Mientras tanto en Los Caños, unos hippies con trenzas se encaminan hacia la embravecida mar con su tabla de surf y su inseparable pastor alemán (o galgo) mientras comentan, entre calada y calada: "Esta vez Pablo tiene que gobernar, hay que desalojar a la derecha o se va a liar muy parda".
Desde la glamurosa Valdelagrana, un servidor lo único que espera es que no haya que celebrar los comicios por tercera vez porque, como se suele decir, nos van a dar las uvas, solo que esta vez en sentido literal. Aunque sinceramente, no lo creo. Si fuera así, y recuérdenmelo, me como mi sombrero.
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