Resulta casi enternecedor escuchar al gobierno municipal –a la alcaldesa Mamen Sánchez, para ser más exactos- que va a comenzar a trabajar en la preparación de un nuevo plan estratégico para Jerez. Yo no sé cuántos planes estratégicos lleva la ciudad, creo que son algo así como los decimales que tiene el número Pi: por ahora infinitos (aclaración para que el lector muy de letras no gaste sus datos del móvil).
Por supuesto, para su redacción se va a consultar a los agentes e interlocutores sociales, a otras administraciones y se van a constituir mesas de trabajo en función de la actividad económica y social. Como no puede ser de otra manera se va a trabajar buscando el máximo consenso para fijar una hoja de ruta que marque el corto-medio plazo de la actuación municipal, una vez consultados e informados todo tipo de colectivos, aserto que cabe suponer, por cierto, incluye a la Unión de Hermandades, que así tendrá más información para firmar y revocar convenios con el Ayuntamiento… En fin, dejémoslo ahí, que me despisto.
Entiendo que estos temas resultan tremendamente entretenidos para los políticos, que sirven para tomar el pulso de primera mano a la ciudad y hacer de alguna forma partícipe a todos los agentes sociales de los problemas y sus soluciones (vale, es verdad, no me creo nada de lo que acabo de escribir, desde “que sirven” hasta el comienzo del paréntesis), pero sé que cada vez resultan más incómodos para la gente que tiene realmente otras cosas que hacer. Lo sé porque te lo dicen cuando les llamas para que te cuenten de qué se ha hablado en estas reuniones. Y su utilidad… Recuerdo hace años durante el debate y redacción de un documento de estas características que uno de los agentes sociales hizo como principal aportación que se escribiera en ‘género’, es decir, que pusiera jerezanos y jerezanas, ciudadanos y ciudadanas, aportación que, como el lector puede ver, es exactamente lo que una ciudad con los problemas de Jerez espera tras meses de debate. Pues hala, a debatir, hacer diagnósticos, dialogar, buscar consensos y ponerlos por escrito. Con un poco de suerte, el tema se chupa media legislatura dando titulares a la prensa y todos tan contentos…
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