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El mismo día que lavozdelsur.es adelantaba en exclusiva que un ordenanza municipal entregaba a los miembros de la Banda Municipal una comunicación oficial del Ayuntamiento con el cese de la actividad, el concejal de Cultura anunciaba un ciclo de clases magistrales a cargo de Paco Cepero.

Buen día para el proselitismo, día infame para la cultura. El mismo día que lavozdelsur.es adelantaba en exclusiva que un ordenanza municipal entregaba a los miembros de la Banda Municipal de Música una comunicación oficial del Ayuntamiento con el cese de la actividad, el concejal -no delegado, el matiz es importante- de Cultura, Antonio Montero, anunciaba un ciclo de clases magistrales con el maestro Paco Cepero. De lo primero, no daba cuenta –salvo por un comunicado del gobierno local a primera hora reiterando el compromiso municipal con la Banda-; de lo segundo, informaba sesgadamente. Era importante anunciar públicamente que el coste de estas clases magistrales se traduce en casi 22.000 euros que pagarán todos los jerezanos con cargo al Ayuntamiento, pero no lo ha hecho. Ha sido este medio digital el que ha completado la información ofrecida en la rueda de prensa.

Llama poderosamente la atención que en un Ayuntamiento que ha revisado cuatro planes de ajuste y se gestiona bajo la correa estranguladora de Hacienda, que ha puesto a 260 personas en la calle –de forma improcedente en muchos casos- y ha puesto el control del agua pública en manos de una multinacional para ingresar a lo loco, se entregue con tamaña generosidad el dinero público tan escaso. Solo puede responder a una estrategia de captación masiva de votos.

En su intento por tejer esa pestilente red clientelar a la antigua usanza para mantenerse en la poltrona, maneja fondos sin escrúpulos con cargos que alcanzan hasta a la próxima Corporación municipal

Una táctica más vieja que la humedad que, visto lo ocurrido en años precedentes, de poco sirvió cuando quienes las ponían en práctica ya estaban sentenciados. Quizás no sea éste el caso. En un mes se saldrá de dudas. El caso es que Cepero se embolsará esa cantidad por nueve lecciones magistrales. Sin entrar en si es merecedor o no de dicha oportunidad –es difícil no imaginar qué pensarán otros guitarristas y maestros tocaores de la ciudad-, el gobierno del PP y María José García-Pelayo no solo demuestra una extraordinaria torpeza estratega fruto de la manifiesta desesperación -un sondeo interno les niega la absoluta-, sino que en su intento por tejer esa pestilente red clientelar a la antigua usanza que le ayude a mantenerse en la poltrona con el bastón de mando, maneja fondos sin escrúpulos con cargos que alcanzan hasta a la próxima Corporación municipal –las clases serán hasta noviembre-. Política de tierra quemada, le llamarían algunos en el pasado reciente.

En el colmo del despiporre municipal, el Ayuntamiento manda en el mismo día 85 años de historia al limbo cargándose de un plumazo la Banda de Música bajo la promesa de ya os recuperaremos, a sabiendas de la enorme división que existe en el seno de la entidad y que incluso está a punto de provocar que el director desista de su cargo. Mientras tanto, en el colmo de la paradoja, Cultura trata de cerrar a una banda privada jerezana para que cubra algún que otro acto que al parecer hay por ahí programado. ¿A qué responsable de Cultura del PP podría importarle algo así? ¿Recuerdan aquella ministra ahora candidata a la Alcaldía de Madrid que confundía al Nobel portugués con una pintora llamada Sara Mago? Aquello dicen incluso que fue un bulo. La cruda realidad es que el partido de Rajoy y Pelayo es el mismo que mantiene un IVA para los productos culturales del 21% tras una subida desde el 8%, aún superior al IVA, por ejemplo, de la industria del porno. Malos tiempos para la lírica.

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