Olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta

Paco_Sanchez_Mugica.jpg.200x200_q100_box-190,0,950,760_crop_detail

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

primarias.jpg
primarias.jpg

Un bochornoso espectáculo que, lejos de unir como vaticinaban los iluminados, abre brechas enormes entre partidarios de unos y otros, poniendo al histórico partido del puño y la rosa al borde de la escisión.

Como si de una moderna y nueva versión de Pimpinela se tratase, hemos asistido la semana pasada a un nuevo capítulo del vodevil socialista, con sus dos estrellas rutilantes, Pedro y Susana, a la cabeza. De convidado de piedra, Patxi, que ha asumido su rol de árbitro en la contienda basando sus esperanzas en el voto del “mal menor” o “no polarizado”. Apuesta inteligente, sí, pero no valiente. El partido no está para aguas templadas ni medias tintas.

Lo cierto es que estas primarias nos han permitido conocer a una terna de primarios. Primarios por lo tosco, lo rudo… por la poca elaboración de un discurso que, lejos de reconquistar al votante desilusionado, no ha hecho sino darles la razón cuando retiraron el voto. La socialdemocracia está herida de muerte no en España, sino en toda Europa. El poder la ha desgastado al punto que nadie la relaciona con la clase obrera y trabajadora como antaño, y el calificativo de “izquierda” hace tiempo que abandonó sus actos y procederes provocando que ellos mismos ya no se cataloguen así, sino que prefieran refugiarse en el eufemismo del “reformismo moderado”. O sea… ni ellos mismos se creen izquierda.

Y en mitad de este completo desastre ideológico, de este naufragio, de este caminar por el desierto sin brújula, Pedro y Susana, Susana y Pedro (y Patxi, sí), liándose a mamporros para divertimento de los emergentes y regocijo de los impunes. Un bochornoso espectáculo que, lejos de unir como vaticinaban los iluminados, abre brechas enormes entre partidarios de unos y otros, poniendo al histórico partido del puño y la rosa al borde de la escisión.

Porque gane el uno o la otra, el daño está hecho y nadie se imagina a un partido socialista superando los cien escaños en los próximos años… puede que en toda una década. La ilusión abandonó Ferraz hace mucho, y se pasó del rojo al morado o al naranja, dejando a quien quiera que sea castigado con la Secretaría General un camino de reconstrucción penoso, largo y lleno de peligros. Y el mayor de ellos no se encuentra en las bancadas anexas, sino en sus propias filas. Guerras cainitas, luchas fratricidas por un efímero trozo de poder en un partido en que la mayoría de dirigentes prefiere ser cabeza de ratón que cola de león.

Y arrinconado en algún lugar queda el votante socialista de toda la vida, defraudado y herido, a quien no se le ha dado vela en este entierro, pero a quien no faltan las ganas de decirle a Pedro o Susana, Susana o Pedro (o a Patxi, sí), aquello de “olvídate todo que tú para eso tienes experiencia”.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído