Fin de verano.
Fin de verano.

En mi casa tengo un Mundo.., donde Mongolia, Omán y Eritrea comparten el mismo amarillo palido para definir sus territorios. Tienen ese amarillo de las sopas de sobre / Bésame en esta esquina dice el esconchado muro que ya no soporta otra capa aguada de amor / El verano se me hizo largo. Está claro que cada vez más me cuesta llegar a la orilla del mar de los septiembres previstos / La noche estrellada de Van Gogh se está quedando sin estrellas posibles para llenarse de planetas cada vez más lejanos / Hablan del cambio de hora. Para cuándo el cambio de mentalidad / En la Rua dos compromissos me juré no mentirme nunca más. Nunca jamás / En el cabo de San Vicente se acaba el mundo me confesó un portugués mientras lo observábamos desde la arena de la playa de Beliche. Fue el detonante para quedarme a cien metros de él, justo antes de la señal que lo anunciaba, después de cinco horas de camino y otra nueva vida en mente / Recuerdo el sabor de aquellos pocos piñones que pudimos comer: piedra, fuego y el nombre de ella. Ahora, que los puedo tomar a puñados, no me saben a nada / Ardió mi memoria y lo perdí todo.., menos el cómo llegar a ti. Igual que el verano sabe llegar al otoño / En lo imposible reside lo posible. En lo posible.., no vive nada que merezca la pena / Facebook sólo sabe llorar desgracias inventadas / Maldito seas. Tú, que no sabes ni de dónde vienes, y no paras de poner zancadillas a los que no saben ni siquiera dónde van / Se ha dejado de leer entre líneas / Ayer cayó Venús. Esta mañana Saturno. Es evidente que tengo que comprar otra cinta adhesiva / Te amo dijo el poeta. Y yo.., le contestó la poesía / Como no tengo cinturón para cada pantalón. Perdona que no tenga agallas para cada miedo / Caminando por la calle Amor de Sevilla me di cuenta de que estaba atestada de coches en doble fila / No paramos de fabricar bombas y buques de guerra. No paramos de fabricar niños mutilados, viudas y refugiados. Digo bien: refugiados / Apueste por el arte. Es una palabra con infinitud de sinónimos y un único antónimo / Todo tiene su fin.., hasta los propios finales.

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